(Por Cecilia Becaría, enviada especial a Santo Domingo) Convocados bajo el lema "Juntos por una Iberoamérica justa y sostenible", los líderes de 22 países se reunirán mañana y el sábado en República Dominicana en la XXVIII Cumbre Iberoamericana, en un encuentro que podría representar una "oportunidad" para la integración de Latinoamérica con los países europeos, en el marco de un contexto pospandemia y con la guerra de Ucrania como telón de fondo.
La agenda oficial de los 14 jefes de Estado y Gobierno que confirmaron su asistencia a la cumbre, entre ellos Alberto Fernández, incluye temas que van del acceso al financiamiento internacional al medio ambiente, la seguridad alimentaria o la transformación digital.
Sin embargo, el encuentro iberoamericano, el primero que se celebra de manera totalmente presencial desde 2019 a raíz de la pandemia de coronavirus, se da también en el marco de un mayor acercamiento de la Unión Europea (UE) con Latinoamérica y podría servir para "fomentar una convergencia de posiciones en cuestiones internacionales", consideró la politóloga Andrea Neirot, investigadora del Grupo de Estudios en Integración y Cooperación Regional en América Latina (Geicral), que habló de una "oportunidad" para la región.
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"Creo que sería bueno para mejorar un entendimiento mutuo entre las dos macro regiones y para ver la posibilidad de adoptar una nueva agenda birregional, quizás de cooperación, sobre todo en aspectos en los que hasta el momento no se logró llegar a acuerdos conjuntos", apuntó a Télam la especialista argentina, profesora de la Universidad Católica de Chile, que mencionó como ejemplos la guerra en Ucrania, el cambio climático o temas energéticos como el hidrógeno verde.
La reunión de los países de habla hispana y portuguesa de la región con Andorra, España y Portugal se da también unos meses antes de la cumbre que la UE tiene previsto celebrar en Bruselas con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un foro que se reactivó el año pasado durante la presidencia pro témpore de Argentina, especialmente a través del impulso que dio la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a la Presidencia de Brasil.
La reunión UE-Celac de julio tendrá lugar a su vez mientras la presidencia del Consejo de la UE recaiga en España, un país que con un rol históricamente clave en el vínculo con América Latina y gobernado actualmente por el socialista Pedro Sánchez, que estará en Santo Domingo junto al rey Felipe VI.
"Hay un interés por parte de Europa de reposicionarse estratégicamente en América Latina. Europa perdió un rol bastante importante en estos últimos 20 años y es un espacio que ha ido sabiendo ocupar muy bien China", apuntó Neirot.
La politóloga destacó que, pese a que Europa sigue siendo un actor financiero importante en la región, con inversiones directas y cooperación para el desarrollo, China fue ocupando el rol de socio estratégico comercial.
Recuperar ese espacio es un "gran reto" para las naciones europeas, coincidió Mariana Aparicio Ramírez, profesora titular en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, de México, que destacó a esta agencia la presencia en Santo Domingo del jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, que acudirá en calidad de invitado especial.
La relación con China también es relevante en estos momentos para los países de la Celac, apuntó la politóloga mexicana. De hecho, Lula no estará presente en la Cumbre Iberoamericana, donde será representado por su canciller Mauro Vieira, porque el domingo viajará a Beijing para una gira por el país asiático en el marco de la cual se reunirá con Xi Jinping.
El encuentro iberoamericano se da también a más de un año del inicio de la guerra en Ucrania, que ha llevado a que Europa busque diversificar sus proveedores energéticos, ante el enfrentamiento con Rusia, y de materias primas.
En ese contexto, la cumbre de Santo Domingo es vista entonces como una oportunidad para el "relanzamiento de las relaciones entre Europa y América Latina y Caribe", según dijo la semana pasada el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, en un coloquio en Madrid previo al evento regional, en declaraciones recogidas por el diario El País.
Para el excanciller chileno, hay que aprovechar para "alinear las prioridades de ambos bloques, a menudo desconectadas".
En concreto, la cumbre, en el marco de la cual habrá un encuentro de cancilleres mañana, se propone adoptar cuatro instrumentos sobre los temas de la agenda oficial: una Carta Medioambiental Iberoamericana, una Carta de Principios y Derechos Digitales Iberoamericana, una estrategia para alcanzar la seguridad alimentaria y comunicado sobre arquitectura financiera internacional, que sistematiza "una propuesta para avanzar hacia un sistema financiero internacional más justo, inclusivo y flexible", según el programa oficial.
Otro de los temas que se espera sea debatido en el encuentro en el país caribeño es el de la migración, tal como admitió esta semana en conferencia de prensa en Santo Domingo el viceministro de Exteriores dominicano, Ruben Silié, responsable de la organización de la cumbre.
Es, además, uno de los asuntos que el presidente chileno, Gabriel Boric, dijo que quería discutir en Santo Domingo con sus pares de la región a raíz de la gran cantidad de migrantes, principalmente venezolanos, que ingresaron al país de manera irregular, sobre todo a través de los pasos del norte con Bolivia, y que llevaron a que ordenara una militarización de estos cruces.
El pedido de Boric para que Bolivia y Venezuela reciban a las personas que son expulsadas de su país generó una tensión con estas dos naciones, que el mandatario chileno espera zanjar en el marco de la cumbre.
El canciller chileno, Alberto van Klaveren, confirmó de hecho que esta semana mantendrá un encuentro con su par boliviano, Rogelio Mayta; y venezolano, Yván Gil, para buscar "fórmulas que permitan enfrentar de mejor manera" la crisis migratoria.
Fuera de la agenda oficial, los líderes iberoamericanos podrían volver a debatir la situación en Nicaragua, después de que un informe de expertos de la ONU acusara recientemente al Gobierno de Daniel Ortega de violaciones a los derechos humanos, aunque el tema difícilmente se incluya en la declaración final, ya que para eso debe haber consenso.
Los 22 países iberoamericanos que estarán en la cumbre son Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
Como observadores asociados están Bélgica, Corea, Filipinas, Francia, Haití, Italia, Japón, Marruecos y Países Bajos.
Las Cumbres Iberoamericanas, convocadas y organizadas por la Secretaría General Iberoamericana (Segib), se realizan desde 1991. Tras la cita en República Dominicana, la Cumbre se trasladará a Ecuador, en 2024.
Con información de Télam