España y Marruecos consolidaron su reconciliación hoy en Rabat, después de una profunda crisis diplomática y pese a las críticas vertidas contra el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, acusado por sus aliados de coalición y por la oposición de ceder demasiado ante los requerimientos marroquíes.
Sánchez, acompañado de una docena de ministros, copresidió una "reunión de alto nivel" con el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, la primera desde 2015.
En una declaración sin preguntas, el jefe del Gobierno español reivindicó el "clima de confianza mutua y genuina cooperación con Marruecos como nunca había existido" y destacó que la cumbre "representa un hito para España y Marruecos".
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
España sugirió "preparar planes de acción concretos que serán llevados a cabo próximamente", sostuvo por su parte Ajanuch, que anticipó que los resultados se verán "en los próximos meses".
El primer ministro marroquí coincidió en que "las relaciones bilaterales nunca habían alcanzado este nivel de cooperación y coordinación", según informó la agencia de noticias Europa Press.
En la misma línea, reiteró el agradecimiento de Marruecos al Gobierno español por su postura respecto del Sahara, y destacó las palabras utilizadas por Sánchez en una carta enviada al rey marroquí Mohamed VI, donde declaró que el plan de autonomía marroquí es "la base más sólida, creíble y realista" para resolver el conflicto.
A finales de marzo de 2022, Sánchez aceptó respaldar el plan marroquí de autonomía del Sahara Occidental, lo que dio por terminado un año de conflictos diplomáticos con Marruecos.
El conflicto del Sahara Occidental, una excolonia española considerada como un "territorio no autónomo" por la ONU, enfrenta desde hace décadas a Marruecos con el Frente Polisario, apoyado por Argelia.
Marruecos, que controla cerca de 80% de este territorio, propone un plan de autonomía bajo su soberanía, pero los independentistas saharauis del Frente Polisario reclaman un referendo de autodeterminación organizado por la ONU, previsto en el alto el fuego de 1991, que nunca se concretó.
Para el Frente Polisario, el discurso pronunciado hoy por Sánchez, en el que abogó por evitar ofensas en "esferas de soberanía", implica asumir que el Sahara Occidental forma parte de Marruecos, algo que va "más allá" del giro anunciado en marzo de 2022.
"La parte de soberanía que respecta a Marruecos se refiere al Sahara Occidental", dijo el delegado del Polisario en España, Abdulah Arabi, que agregó que eso llevaría a Sánchez a "desligarse" del derecho internacional e "ignorar" las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que establecen que Marruecos y el Sahara Occidental son "territorios separados".
"Estamos ante dos países", zanjó el delegado.
La crisis entre España y Marruecos estalló en abril de 2021, cuando España aceptó que Brahim Ghali, líder de los independentistas saharauis, se tratara por coronavirus en el país.
El acercamiento de Sánchez a Marruecos, donde España es el tercer inversor extranjero, generó rispideces dentro de la coalición gubernamental y fue objeto de críticas por parte de la oposición.
El partido español Podemos, parte de la coalición, no participó en el viaje a Rabat, tras alegar su desacuerdo con el giro "unilateral" del mandatario sobre la cuestión del Sahara Occidental.
La oposición conservadora y la prensa vieron como un desaire el hecho de que Sánchez no fuese recibido por el rey marroquí, Mohammed VI.
Elías Bendodo, coordinador general del Partido Popular, principal fuerza de la oposición, lamentó que "España dé una imagen de debilidad".
Ayer, antes de su llegada a Rabat, Sánchez habló por teléfono con el rey Mohammed VI, que lo invitó a volver "muy próximamente" a Marruecos para una visita oficial "con vistas a reforzar esta dinámica positiva", según el gabinete real.
Durante la reunión de alto nivel se aprobó un nuevo protocolo financiero que duplicará hasta alcanzar los 877 millones de dólares las ayudas del Gobierno español a proyectos de inversión en Marruecos.
También se firmaron acuerdos para facilitar inversiones españolas en energía renovable, desaladoras de agua, transporte, turismo, educación y cultura marroquíes y se trataron informes sobre lucha antiterrorista.
Además, se trabaja en un acuerdo para "normalizar totalmente el paso de personas y mercancías" por las fronteras marítimas y terrestres, esta última en alusión a los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en el norte de Marruecos, donde fallecieron al menos 23 migrantes sudaneses en junio de 2022.
Con información de Télam