Relegados por segunda vez consecutiva de la carrera presidencial en Francia, el Partido Socialista (PS) del expresidente Francois Hollande y el conservador Los Republicanos (LR) del exmandatario Nicolas Sarkozy deberán afrontar tras las elecciones de mañana una importante recomposición para garantizar su vida política, según señalaron analistas consultados por Télam.
El 2% en los sondeos de la aspirante socialista y alcalde de París, Anne Hidalgo, y el 9% de la candidata conservadora y presidente de la región parisina, Valérie Pécresse, reflejan la incapacidad de estas fuerzas tradicionales de volver a reunir a los franceses en torno a sus propuestas.
Ya en 2017, el triunfo del liberal y centrista Emmanuel Macron, quien supo captar al electorado de ambos partidos, supuso el fin del bipartidismo que había gobernado Francia durante casi 60 años.
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Pero cinco años más tarde, la crisis política en ambas formaciones parece agudizarse.
"Quizás en cinco años asistamos a la desaparición, no física, pero a la liquidación política de los dos principales partidos franceses", alertó Bernard Dolez, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad París 1 Panteón-Sorbona.
Para el especialista, si los pronósticos electorales se confirman, LR podría "explotar" o atravesar algo parecido a lo vivido por los socialistas desde 2017, que sufrieron importantes bajas entre sus miembros.
En ese caso, podría profundizarse la fuga de sus representantes más moderados al oficialismo o al partido fundado por el alcalde de la norteña El Havre, Édouard Philippe, quien era de LR hasta ser primer ministro del Gobierno de Macron entre 2017 y 2020.
El ala más radical, en cambio, podría verse tentada de sumarse a la Agrupación Nacional de la líder de extrema derecha Marine Le Pen o incluso relanzar el proyecto impulsado por el aspirante de ultraderecha Éric Zemmour de crear un gran partido que englobe tanto a la derecha clásica como a la extrema.
"Esta unión podría ser el inicio de una recomposición del paisaje político a la derecha", manifestó, por su parte, el director de la socialdemócrata Fundación Jean-Jaures, Gilles Finchelstein.
Con respecto al PS, Finchelstein subrayó que estos comicios van a ahondar "la profunda crisis" que vive el partido desde el fracaso de 2017, cuando Hollande renunció a la reelección y el candidato socialista apenas obtuvo 6% de los sufragios.
No obstante, el especialista se mostró optimista en la capacidad de renovación de esta fuerza, aunque advirtió que podría durar "largos años".
También el analista político y encuestador Jerome Sainte-Marie manifestó su confianza en la recomposición de este "gigante dormido", que conserva la dirección de varias regiones, departamentos y numerosas ciudades en Francia.
"El PS, como la derecha clásica, es actualmente un partido de representantes locales bien implantados que pueden permitirle resistir a una elección presidencial totalmente perdida", estimó.
En ese sentido, se refirió al caso del excandidato socialista Gaston Defferre, quien en 1969 logró apenas 5% de los sufragios, lo que no impidió al partido llegar a la segunda vuelta siete años más tarde y casi llegar al poder de la mano de Francois Mitterand, que finalmente gobernó Francia de 1981 a 1995.
"Quizás haya nuevamente adhesiones de socialistas a Macron, pero pienso que el PS conservará esta red de representantes locales que podría permitirle algún día reencontrar la vía del poder", sentenció.
Una opinión compartida por Dolez, quien se refirió al ejemplo de la socialdemocracia alemana, ensombrecida durante los 16 años de gobierno de Angela Merkel, pero que supo volver al poder tras su partida.
"Nada está excluido, aunque la izquierda francesa tiene importantes desafíos a superar para pretender recuperar el poder a medio plazo o incluso en (las presidenciales de) 2027", concluyó.
Con información de Télam