El papa Francisco viajará este jueves a Mongolia en una visita que se extenderá hasta el lunes próximo y que tendrá una fuerte dimensión geopolítica a partir de las fronteras de la nación oriental -denominada por el pontífice como "el corazón de Asia"- con Rusia y con China, y en la cual incluirá mensajes interreligiosos y sobre el ambiente.
Francisco se presentará ante una comunidad de apenas 1.500 católicos en un país en el que más de la mitad de población es budista.
"Es la primera visita de un Papa a Mongolia. Es claro que va antes que nada a hablarle a la comunidad católica", planteó hoy el vocero papal Matteo Bruni al dar detalles del que será el viaje 43 de Francisco fuera de Italia, con el que habrá visitado 61 países.
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El Papa partirá este jueves a las 18.30 de Roma (las 13.30 en la Argentina) y llegará a Ulán Bator tras un viaje de cerca de nueve horas y media en un avión de Ita Airways con el que, durante el viaje, sobrevolará el espacio aéreo chino, un tema siempre de interés para la Santa Sede, sin relaciones diplomáticas con Beijing.
Una vez iniciada la agenda en el país al que esta semana calificó como "el corazón de Asia", el Papa dará cinco discursos en las 74 horas que estará en el país, durante las que tendrá una agenda en la que sobresalen los encuentros políticos y religiosos centrados en la capital Ulán Bator.
Francisco, de 86 años, dedicará su primer día en Mongolia "al descanso", planteó Bruni, al trazar algunos temas de un viaje en el que habrá también referencias del pontífice al ambiente, en un marco en el que Ulán Bator es considerada una de las ciudades más contaminadas del mundo.
Uno de los ejes de análisis del viaje son los 30 años de relaciones entre Vaticano y Mongolia que se celebraron el año pasado y el rol central del cardenal más joven del mundo, el italiano Giorgio Marengo, encargado de la sede vaticana en Ulán Bator y de los nueve lugares de culto católico del país.
"Hablará de la contribución de los misioneros y católicos a la comunidad. Hablará también a la sociedad de Mongolia", agregó Bruni sobre el viaje del Papa, en el que estará acompañado por 76 periodistas, entre ellos un enviado de Télam.
La cita de Francisco con el mundo católico será el domingo, con una misa en un estadio de la capital en el que la Iglesia local espera poder reunir "a todos los bautizados del país" en una foto inédita para una visita papal. Sería un hecho histórico la primera foto de un Papa con todos los católicos de un país.
Más allá de la exigua presencia católica, otro de los ejes del viaje son los lazos que el pontífice en particular y el Vaticano en general buscan tender con el budismo, religión mayoritaria en Mongolia practicada por cerca del 53% de la población, según cifras oficiales, y que explica la presencia en la delegación del cardenal Miguel Ángel Ayuso, del dicasterio para el Diálogo Interreligioso.
El Papa se encontrará con representantes budistas durante el encuentro interreligioso previsto para el domingo.
Durante la visita al que es el país más grande del mundo sin salida al mar, que tiene como lema "Esperando juntos", el Papa dará en total cinco discursos, que iniciarán el sábado 2 tras las reuniones con el presidente Ukhnaagiin Khürelsükh, el primer ministro Luvsannamsrai Oyun-Erdene y otras autoridades del país.
Francisco terminará su visita el lunes 4 de septiembre con un encuentro con misioneros, antes de emprender un regreso a Roma de 11 horas de vuelo, según el programa del viaje.
En su encuentro con misioneros, el Papa inaugurará un centro conocido como "Casa de la Misericordia", que servirá para atender y asistir a mujeres y menores víctimas de violencia doméstica, en un marco de crecientes problemas de alcoholismo entre la población masculina adulta.
Con información de Télam
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