El papa Francisco convocó hoy a líderes islámicos a aliarse contra el comercio de armas, que "está transformando nuestra casa común en un arsenal", al reunirse en la mezquita real de Bahréin con el Consejo de Ancianos Musulmanes, a quienes invitó a ser "instrumentos de paz".
"No nos debemos dejar tentar por otros instrumentos, por atajos indignos del Altísimo, cuyo nombre de Paz es insultado por quienes creen en las razones de la fuerza y alimentan la violencia, la guerra y el mercado de armas, el comercio de la muerte que, con grandes sumas de dinero cada vez mayores, está transformando nuestra casa común en un gran arsenal", aseguró el Papa al reunirse con los miembros de la organización internacional creada en 2014.
En el segundo día de una visita que inició ayer y que terminará el domingo, el Papa lamentó "cuántas tramas oscuras y cuántas dolorosas contradicciones" hay tras el comercio de armas.
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"Pensemos, por ejemplo, en cuántas personas se ven obligadas a migrar de su propia tierra a causa de los conflictos financiados por la compra de armamento anticuado a precios asequibles, para luego ser identificadas y rechazadas en otras fronteras por medio de equipamiento militar siempre más sofisticado. Y de esta manera la esperanza es asesinada doblemente", propuso en esa dirección.
Este viernes, al participar en un foro sobre el diálogo entre Oriente y Occidente, el Papa había ya planteado que "el hombre religioso, el hombre de paz, se opone también a la carrera armamentística, al negocio de la guerra, al mercado de la muerte" y "no apoya alianzas contra alguien, sino caminos de encuentro con todos; sin ceder a relativismos o sincretismos de ningún tipo, sigue una sola senda, la de la fraternidad, el diálogo y la paz".
En un viaje con el que busca estrechar lazos con el mundo musulmán, el Papa mantuvo hoy un encuentro privado con la máxima autoridad de la rama sunita del Islam, el rector de la Universidad de Al Azhar, Ahmed el-Tayeb, un aliado del pontífice con el que ya en 2019 firmó una declaración conjunta por la "fraternidad".
"Ante ustedes quisiera reiterar que el Dios de la paz nunca conduce a la guerra, nunca incita al odio, nunca respalda la violencia. Y nosotros, que creemos en Él, estamos llamados a promover la paz a través de instrumentos de paz, como el encuentro, las tratativas pacientes y el diálogo, que es el oxígeno de la convivencia común", agregó luego el Papa ante el Consejo Musulmán.
Con la guerra como marco, Francisco planteó que "la paz no puede ser solo proclamada, se debe consolidar. Y esto es posible removiendo las desigualdades y las discriminaciones, que producen inestabilidad y hostilidad".
Así, para el Papa, "ante una humanidad cada vez más herida y desgarrada que, bajo el vestido de la globalización, respira con dificultad y miedo, las grandes religiones están llamadas a ser el corazón que une los miembros del cuerpo, el alma que da esperanza y vida a las más altas aspiraciones".
"Los males sociales e internacionales, los económicos y los personales, así como la dramática crisis ambiental que caracteriza los tiempos actuales y sobre la que hoy se ha reflexionado, provienen a fin de cuentas del alejamiento de Dios y del prójimo", opinó luego Jorge Bergoglio, convertido en el primer pontífice de la historia en visitar Bahréin
"No podemos preocuparnos solo por los nuestros, sino que, cada vez más unidos, hemos de dirigirnos a la entera comunidad humana que puebla la tierra", convocó finalmente el Papa.
Con información de Télam