El Papa Francisco brindó su primera entrevista luego de su operación de colon en la que analizó distintos temas como la crisis en Afganistán, la ecología, la eutanasia y su propio estado de salud ligado a rumores de renuncia. De todos modos, aprovechó la entrevista con Radio COPE para destacar el trabajo del Cardenal Sean O’Malley en torno a los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia y apuntó contra los gobiernos y su falta de gestión en torno al tema.
El Cardenal Sean O’Malley, Arzobispo de Boston (Estados Unidos), puso al descubierto el alarmante aumento de casos de abusos cometidos por miembros de la Iglesia. "Quiero rendir homenaje a un hombre que empezó a hablar de esto con coraje, aunque era una piedra en el zapato en la organización", expuso el Papa Francisco.
"A él le tocó arreglar el asunto en Boston y no fue nada fácil. Se han dado pasos muy claros sobre esto, ¿no es cierto? La Comisión de Defensa de Menores, que fue invención del cardenal O'Malley, hoy día está funcionando y ahora debo renovar a la mitad de la gente porque cada tres años se renueva la mitad. Gente de primera agua de varios países distintos con problemas de estos", detalló.
"'Al fin y al cabo el Papa dijo que es un problema de todos, le echó la culpa al diablo y se lavó las manos'. Eso fue el comentario de un medio, que le eché la culpa al diablo, sí, como incitador de esto. Pero se la eché cuando hablé de la pedopornografía. Dije que abusar a un chico para filmar un acto pedopornográfico es demoniaco", apuntó.
En este sentido, el Papa consideró que "las cosas se están haciendo bien. De hecho, se ha progresado y cada vez se progresa más" en torno a estos delitos. "Ahora, es un problema mundial y grave. Yo me pregunto a veces cómo ciertos gobiernos permiten la producción de pedopornografía. Que no digan que no se sabe", lanzó.
"Hoy en día con los servicios de inteligencia se sabe todo. Un gobierno sabe quién en su país produce pedopornografía. Para mí esta es de las cosas más monstruosas que he visto", completó.
No es la primera vez que el sumo pontífice pone en agenda la cuestión de los abusos sexuales a menores encarados por miembros de la Iglesia en todo el mundo. Más de ocho años después de asumir como papa, Francisco decidió incluir en el “código penal” de la Iglesia católica los abusos a menores como “delitos contra la dignidad de las personas”, al igual que la posesión de pornografía infantil.
De hecho, según recordó en esta entrevista, cuando él era sacerdote en Buenos Aires, unos padres gritaron a su hijo que no se le acercara porque iba vestido de sacerdote y podría ser un pederasta, una escena que llamó su atención, principalmente, sobre lo que la Iglesia tendría que hacer con ello.
En su visita a Chile en 2018, Francisco expresó su "dolor y vergüenza" por los abusos cometidos a menores por parte de sacerdotes, y pidió "que no se vuelva a repetir el daño irreparable" que provocaron miembros de la Iglesia a los niños de ese país, a raíz de los casos de pedofilia.