El Vaticano informó que el papa canceló el viaje a Dubai que tenía previsto para participar en la COP28, por recomendación de sus médicos tras su reciente enfermedad respiratoria pulmonar. Francisco iba a decir presente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se desarrolla del 1 al 3 de diciembre, pero debió anular el viaje "con gran pesar".
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El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, explicó en un comunicado que el pontífice argentino y la Santa Sede siguen deseando participar en los debates de los próximos días en Dubái por lo que “se definirá lo antes posible el modo” en que se podrá realizar una eventual intervención.
Francisco, de 86 años, tuvo que someterse el pasado sábado a una TAC en un hospital del centro de Roma por una “inflamación pulmonar” debido a un “ligero estado gripal” que en los últimos días le ha obligado a suspender algunos actos de su agenda.
La salud de Francisco
"No puedo asomarme a la ventana porque tengo este problema de inflamación en los pulmones", planteó el pontífice este domingo desde la capilla de su residencia en Casa Santa Marta al iniciar la oración que leyó monseñor Paolo Braida, de la secretaría de Estado del Vaticano.
Durante el Ángelus, que fue transmitido por streaming y en pantallas gigantes en Plaza San Pedro, se vio a Francisco con rastros de una cánula en su mano derecha.
El pontífice, que el 17 de diciembre cumplirá 87 años, tenía entre las audiencias previstas para el sábado una reunión con el presidente de Guinea Bissau, Umaro Sissoco Embaló, entre otras actividades.
Luego, "a primera hora de la tarde" de Italia de ayer, el Papa se sometió a una tomografía computarizada "para excluir el riesgo de complicaciones pulmonares" en el Hospital Gemelli de Roma, informó el Vaticano a medios acreditados a través de un mensaje en Telegram. Tras la TAC, que dio negativo, "el Papa volvió a Casa Santa Marta", su residencia en el Vaticano.
Preocupación por la salud del papa Francisco: “No estoy bien”
A principios de noviembre, el papa Francisco también generó preocupación por su salud luego de que decidiera no leer un discurso que tenía preparado en un encuentro con rabinos europeos a causa de un resfriado. El sumo pontífice admitió que "no" está bien de salud. De todos modos, mantuvo su agenda programada el resto del día.
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