Según revelaron en una revista cristiana, el Papa Francisco "bromeó" recientemente en torno a su futuro en el Vaticano ya que que algunas personas lo querían "muerto" y, además, ciertos miembros de la Iglesia habían empezado a preparar un cónclave para elegir a su sucesor, después de que se sometió a una operación de colon el 4 de julio pasado.
"Todavía vivo. Aunque algunos me querían muerto", denunció el pontífice en un encuentro con jesuitas la semana pasada en Eslovaquia. Así lo revela este martes la revista de la Compañía de Jesús La Civiltà Cattolica. "Incluso hubo encuentros entre prelados, que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se dijo. Preparaban el cónclave", aseguró Jorge Bergoglio.
Tal como reportó la revista este martes, el sumo pontífice compartió con el grupo de jesuitas que no había querido operarse, pero que una enfermera le convenció. "Las enfermeras a veces entienden la situación mejor que los médicos porque están en contacto directo con los pacientes", aseguró. Tras la operación, en la que le extrajeron 33 centímetros de intestino para tratar una diverticulitis, el argentino inició una recuperación que avanzó mejor y más rápido de lo esperado.
En este sentido, Francisco se refirió así a movimientos dentro de la Curia romana tras su internación de 10 días en el hospital Gemelli de Roma antes de regresar al Vaticano. Tras la operación, frente a rumores sobre una posible dimisión, el Papa planteó sin embargo que "nunca" se le "pasó por la cabeza" renunciar.
Durante tu ausencia, señaló, la Iglesia preparaba un cónclave, la reunión en la Capilla Sixtina de cardenales menores de 80 años (llamados "electores") para elegir a un Papa en caso de renuncia o muerte.