Al menos 56 personas murieron y más de 200 resultaron heridas en un ataque suicida durante la oración del viernes en una mezquita chiita de Peshawar, en el noroeste de Pakistán. Se trató de un hecho cuya autoría reivindicó después el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"En total, 56 personas murieron y más de 200 resultaron heridas. Los heridos incluyen 50 pacientes en estado crítico", detalló Muhammad Asim Khan, vocero del hospital Lady Reading de Peshawar. La explosión se produjo unos minutos antes de que comenzara la oración en una mezquita chiita situada en una estrecha calle del barrio de Kosha Risaldar, cerca del histórico bazar de Qissa Khwani.
"Dos asaltantes dispararon contra los policías en la puerta principal de la mezquita. Un policía murió en el acto y el otro resultó gravemente herido", informó el jefe de la policía de Peshawar, Muhamad Ijaz Khan, para quien el número de víctimas aún podría aumentar. Horas después, EI reveló que el atentado fue obra de dos de sus miembros, en un comunicado que publicó su agencia de propaganda, Amaq.
"Un combatiente kamikaze del Estado Islámico logró penetrar hoy en una mezquita chiita de Peshawar" y "detonó un cinturón cargado de explosivos en medio de los chiitas", indicó Amaq. Un testigo, Zahid Khan, sostuvo que estaba fuera de la mezquita cuando vio que "un hombre disparó contra dos policías antes de entrar".
Otro testigo, Ali Asghar, precisó que vio a un hombre "abrir fuego con una pistola" dentro de la mezquita, y "matar a la gente una por una y luego inmolarse". En tanto, un periodista de la agencia de noticias AFP reportó que vio cuerpos desmembrados en el lugar de los hechos, mientras los servicios de rescate y la población local se esforzaban por ayudar a las víctimas cargándolas a hombros.
En este contexto, el primer ministro, Imran Khan, "condenó firmemente" el atentado, según uno de sus voceros. Ubicada a unos 50 kilómetros de la frontera con Afganistán, Peshawar fue escenario de atentados diarios durante la primera mitad de la década de 2010, pero estos últimos años la seguridad había mejorado mucho.
El último ataque de este tipo fue en noviembre de 2018, cuando al menos 31 personas murieron en un atentado suicida en un mercado de la ciudad. Pakistán se enfrenta desde hace tiempo al regreso de Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), los talibanes paquistaníes, galvanizados por la llegada al poder en agosto de los talibanes en Afganistán.
Aunque tienen raíces comunes, el TTP difiere de los talibanes afganos, y reivindicó varios ataques desde el inicio de este año. Una de las peores atrocidades cometidas fue la masacre de unas 150 personas, en su mayoría estudiantes, en Peshawar, en diciembre de 2014.
Con información de Télam