Autoridades afganas informaron hoy que la cifra de muertos por los ataques cometidos ayer supuestamente por el ejército pakistaní se elevó a 48, mientras Pakistán, que niega la autoría de los hechos, exigió a Kabul "tomar medidas" contra los militantes que atacan su propio territorio.
Desde que los talibanes regresaron al poder en Afganistán en agosto de 2021, aumentaron las tensiones fronterizas con Pakistán, que afirma que grupos armados, como Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), atacan a su territorio desde el lado afgano de la frontera.
Ayer el Gobierno talibán denunció la muerte de al menos 40 civiles -entre ellos niños- en una serie de ataques realizados presuntamente por fuerzas pakistaníes en localidades fronterizas de las provincias orientales afganas de Kunar y Jost.
En Kunar un alto cargo afgano informó ayer la muerte de seis personas como consecuencia de disparos.
En Jost, el director de Información y Cultura local, Shabir Ahmad Osmani, precisó hoy que "41 civiles, en su mayoría mujeres y niños, murieron y 22 resultaron heridos en los bombardeos aéreos de las fuerzas pakistaníes cerca de la línea Durand", recogió la agencia de noticias AFP.
Otros dos funcionarios confirmaron la cifra de muertos de esta provincia, donde cuatro localidades del municipio de Sperah habrían sido protagonistas de los ataques más graves.
"Helicópteros pakistaníes bombardearon cuatro aldeas cerca de la línea Durand en la provincia de Jost. Destruyeron viviendas civiles y ha habido víctimas", destacó otro funcionario, que pidió el anonimato.
Los atentados provocaron que ayer cientos de civiles se manifestaran en Jost, con lemas antipakistaníes, según fotografías de la agencia de noticias francesa.
Najibullah, funcionario del Ministerio de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio de Afganistán, declaró hoy que el número de muertos por estos ataques había aumentado a 48 en la provincia de Jost.
De momento, Pakistán no ha confirmado estos ataques, que se produjeron casi al mismo tiempo que el Ejército informara de la muerte de al menos siete militares paquistaníes durante una emboscada en la región de Waziristán del Norte, fronteriza con Afganistán y feudo de los talibanes paquistaníes.
Hoy, Islamabad pidió al gobierno afgano "que proteja la región fronteriza entre Pakistán y Afganistán y que tome medidas severas contra los individuos involucrados en actividades terroristas en Pakistán".
"Pakistán, una vez más, condena enérgicamente a los terroristas que operan impunemente desde suelo afgano para llevar a cabo actividades en Pakistán", afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
El ataque de Waziristán, ocurrido el jueves pero confirmado el viernes por las fuerzas pakistaníes, estuvo dirigido contra un convoy militar en la zona de Isham.
Según Pakistán, siete soldados paquistaníes fueron asesinados en el distrito de del Norte por "terroristas que operan desde Afganistán", agregó el ministerio.
Los talibanes afganos niegan dar cobijo a militantes pakistaníes y denuncian que Islamabad levanta una valla para proteger los más de 2.000 kilómetros de frontera, conocida como línea Durand, nombre heredado de la época colonial.
Ayer, el gobierno lanzó una advertencia a Pakistán.
"Estamos utilizando todas las opciones para evitar que se repitan (esos ataques) y exigimos que se respete nuestra soberanía. La parte pakistaní debe saber que si estalla una guerra, no será en interés de ninguna de las partes", dijo el vocero del gobierno, Zabihullah Mujahid, en un mensaje de audio.
Con información de Télam