La trayectoria de un partido centenario

26 de noviembre, 2021 | 11.21

Por Zou Xiaoli, Embajador de la República Popular China en Argentina

El Partido Comunista de China (PCCh) nació con sólo 50 militantes y en la celebración de su centenario cuenta con más de 95 millones de militantes, siendo el partido más grande del mundo.

Bajo su liderazgo, China logró su independencia nacional, la liberación de su pueblo, el milagro de ser la segunda economía mundial y la culminación de la construcción de una sociedad modestamente acomodada en todos los sentidos, lo cual acerca cada vez más a China al centro del tablero mundial.

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Tras adherirse a la teoría marxista, el PCCh ha desarrollado el socialismo con peculiaridades chinas. Durante esta centuria, ¿Cuántas fases experimentó? ¿Qué grandes éxitos consiguió? ¿Qué experiencias históricas resumió? ¿Cómo continuará con sus éxitos en el futuro? ¿Cuál será su influencia en el mundo?

La "Resolución del Comité Central del PCCh sobre los importantes éxitos y las experiencias históricas del Partido en su centenaria lucha", aprobada recientemente, ha dado una respuesta integral a estas preguntas, haciendo un balance de su historia y de sus perspectivas hacia el futuro.

Esta Resolución divide la centuria en 4 épocas: durante la Revolución de la Nueva Democracia, tras veintiocho años de duras luchas, el Partido condujo al pueblo hacia la proclamación de la República Popular China, con lo cual se materializaron la independencia nacional y la liberación popular, se puso definitivamente fin a la historia de la sociedad semicolonial y semifeudal de la vieja China, realizando el gran salto de la milenaria política autocrática feudal hacia la democracia popular, transformando el escenario político mundial y estimulando a las naciones y pueblos oprimidos del mundo a luchar por su liberación. La práctica ha demostrado plenamente que tanto la historia como el pueblo han elegido al PCCh, exponiendo ante el mundo que el pueblo chino se había puesto de pie y que en el desarrollo de China se había inaugurado una nueva era.

Durante la etapa de la revolución y construcción socialista, el Partido dio inicio a la transformación social más amplia y profunda de la historia de la nación china, haciendo realidad el gran salto de este enorme país oriental, pobre, atrasado y con una población numerosa, que avanzaba a grandes pasos hacia la sociedad socialista. Ello demostró que los chinos no sólo eran capaces de destruir el viejo mundo sino también de construir uno nuevo, y que solo el socialismo podía salvar a China y desarrollarla.

Durante la fase de la reforma, la apertura, y la modernización socialista, China logró el extraordinario avance de tener unas fuerzas productivas relativamente atrasadas a pasar a ocupar el segundo puesto en la economía global, un salto histórico desde padecer insuficiencia de alimentos y ropa a gozar de un nivel de vida modestamente acomodado en todos los aspectos.

De este modo, la reforma y la apertura constituyeron un momento clave que decidió el porvenir y el destino de la China contemporánea.

Nuestro país, dando grandes pasos, se ha situado a la altura de los tiempos. A partir de su XVIII Congreso Nacional, realizado en 2012, el PCCh entró en una nueva era, definiendo la posición de Xi Jinping como núcleo del Comité Central y de todo el Partido. Su posición rectora sobre el socialismo con peculiaridades chinas en la nueva era refleja el deseo común de todo el Partido, todo el Ejército y el pueblo de las diversas etnias del país, y reviste un significado decisivo para el impulso del proceso histórico de la gran revitalización de la nación china.

La lucha centenaria del PCCh ha cambiado radicalmente el porvenir y el destino del pueblo chino, que ha librado un gran lucha para salirse de una vez por todas del destino de ser atropellado, oprimido o esclavizado, y transformarse de esta manera en dueño de su país, su sociedad y su destino.

En tan sólo unos decenios, China ha completado el mismo proceso de industrialización que los países desarrollados tardaron varios siglos en culminar, y ha obrado dos milagros: el de su veloz desarrollo económico y el de su duradera estabilidad social. En este camino, la cientificidad y veracidad del marxismo han quedado demostradas plenamente, así como su naturaleza popular y práctica y su carácter abierto.

La modernización de estilo chino ha ejercido también una honda influencia en el curso de la historia mundial, ofreciendo nuevas formas a la civilización humana y ensanchando el camino por el que los países en desarrollo avanzan hacia su modernización.

El Partido siempre ha concedido suma importancia al valor de las experiencias históricas y esta Resolución es la tercera tras las del 1945 y 1981, en las que se han sintetizado las enseñanzas en las "diez perseverancias" que unifican el pensamiento, la voluntad y la acción del pueblo, en pos de la victoria del socialismo con peculiaridades chinas: la persistencia en el liderazgo del PCCh, la supremacía del pueblo, la innovación teórica, la independencia y la autodecisión, el camino chino, tener en cuenta al resto del mundo, el emprendimiento y la innovación, la lucha intrépida, el frente único y la revolución interna.

Esta Resolución es una síntesis de la lucha, la creación y el sacrificio del Partido por la felicidad del pueblo chino.

De cara al futuro, China está cada día cerca de concretar la revitalización de la nación y tiene más fe y capacidad que nunca para concretar este objetivo. Estamos convencidos de que China lo logrará, contribuyendo al mismo tiempo al progreso de la humanidad y a la paz y el desarrollo del mundo.

Con información de Télam