Robert Floyd: "Más Estados ven la importancia crítica de un mundo sin ensayos nucleares"

21 de junio, 2023 | 15.19

(Por Camil Straschnoy, enviado especial) El líder de la organización que se encarga de verificar que se cumpla el tratado que prohíbe los testeos atómicos, Robert Floyd, destacó en una entrevista con Télam en Viena que tensiones como la guerra en Ucrania o la situación en la península coreana crean “nubarrones negros” alrededor del objetivo de no proliferación, pero confió en que “muchos más Estados ven la importancia crítica de tener un mundo sin ensayos nucleares” y destacó la “firme posición histórica” de América Latina y el Caribe a favor del desarme.

El secretario ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO por sus siglas en inglés) y científico australiano se mostró optimista en que "algún día todos los Estados del mundo apoyarán" ese pacto firmado en 1996 y que aún no está vigente, ya que falta ser ratificado por ocho países poseedores de reactores nucleares de potencia o de investigación (China, Egipto, India, Irán, Israel, Corea del Norte, Pakistán y Estados Unidos).

Pese a no tener esa vigencia plena, en función de ese acuerdo existen más de 300 estaciones de monitoreo repartidas en el planeta con tecnología sísmica, hidroacústica, infrasónica y de radionúclidos (partículas radiactivas) que como función principal observan que no haya testeos en la superficie, bajo tierra, en el agua e incluso en la atmósfera.

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En el marco de una conferencia de ciencia y tecnología que reúne en la capital austríaca a más de 1.000 expertos que se nutren de los datos que brinda esa red, Floyd resaltó además que el tratado ya logró que "casi todos los Estados poseedores de armas nucleares se comprometieran a una moratoria para no realizar pruebas".

Los números confirman esto: desde 1996 se realizaron 10 testeos nucleares contra los 2.000 que se habían llevado a cabo en las cinco décadas previas. En este siglo, el único en hacerlo fue Corea del Norte.

- Télam: El G7 destacó recientemente que la entrada en vigencia plena del tratado “es un asunto urgente”. Sin embargo, Estados Unidos, miembro de ese grupo, no lo ratificó. ¿No es una contradicción?

- Robert Floyd: Cada vez son menos los Estados que no ratificaron el tratado, porque el año pasado hubo seis que lo hicieron y este año creo que probablemente serán cuatro o cinco. De los Estados que no lo han ratificado, no es correcto decir que están en contra del tratado. La gran mayoría, casi todos, apoyan plenamente su objetivo y propósito. En el caso de Estados Unidos es claro que a la administración (del presidente Joe) Biden le encantaría ratificarlo. Pero el proceso requiere una mayoría de dos tercios del Senado para votar a favor, cuando los demócratas tienen 51 escaños y los republicanos 49. Así que es un logro muy difícil de conseguir. Apreciamos mucho el apoyo de Estados Unidos, que es nuestro mayor contribuyente financiero y aporta también con tecnología y su mejor gente. Así que no veo ninguna contradicción.

- T: ¿Tampoco ve una contradicción respecto a los otros Estados que tienen que ratificarlo para que entre en vigencia?

- RF: Algún buen día, todos los Estados del mundo apoyarán el tratado.(El líder de Corea del Norte) Kim Jong-un en 2018 se comprometió a detener las pruebas nucleares. No interpreto ese compromiso como una moratoria vinculante por siempre, pero eligió una suspensión durante un lapso. Casi todos los Estados poseedores de armas nucleares se comprometieron a una moratoria para no realizar pruebas.

- T: En el último año, Rusia suspendió el tratado New START para compartir datos nucleares con Estados Unidos, los temores por las tensiones geopolíticas en torno a la guerra de Ucrania crecieron y la situación en la península coreana se recrudece. Pese a todo esto, ¿se sigue manteniendo optimista?

- RF: Lo que veo son algunos nubarrones negros en el horizonte cuando observo el panorama de la no proliferación nuclear y el desarme. Usted mencionó algunos de esos nubarrones: Estados que amenazan con potencialmente utilizar armas nucleares, con realizar pruebas nucleares y con acumular grandes cantidades de uranio altamente enriquecido. Y, sin embargo, en medio de todo ello, veo en CTBTO un brillante punto de esperanza, Es que en los últimos años hemos asistido a un gran aumento del interés de los Estados por ratificar este tratado, y quizá eso sea consecuencia de esos nubarrones negros. Así que creo que hay muchos Estados que están viendo la importancia crítica de tener un mundo sin más pruebas nucleares.

- T: ¿Ve en la juventud una mayor voluntad para afrontar el reto y pensar así en un futuro sin pruebas nucleares?

- RF: La causa de CTBTO de una prohibición de los ensayos nucleares en todo el mundo y esto resuena con fuerza entre los jóvenes. Una prueba de ello es que tenemos nuestro propio grupo de jóvenes de la organización que cuenta con casi 1.300 miembros de casi 130 naciones. También contamos con una red de jóvenes profesionales, formada por unas 100 personas con formación científica y tecnológica, que inician su carrera en ámbitos relacionados con las actividades de CTBTO. La organización va a ser siempre necesaria. Ahora es necesaria para que podamos detener la proliferación de armas nucleares. Y también lo será en el futuro, cuando llegue el día en que los Estados ya no tengan armas nucleares, ya que querrán saber que nadie está haciendo trampas, probando o intentando reconstruir sus arsenales.

- T: Con la firma de Dominica el año pasado, toda América Latina y el Caribe alcanzó la plena adhesión al tratado. Y en 1968, durante la Guerra Fría, se firmó el Tratado de Tlatelolco para la desnuclearización de la región. ¿Considera que hay un liderazgo en materia de no proliferación nuclear y desarme?

- RF: La región de América Latina y el Caribe adoptó históricamente una posición muy firme y clara sobre la no proliferación y el desarme, y los aplaudo por ello. El Tratado de Tlatelolco es un ejemplo de eso. La primera zona libre de armas nucleares en una parte del mundo densamente poblada. Un gran logro y un modelo que luego fue utilizado por otras partes del mundo para establecer zonas similares. Eso fue un liderazgo maravilloso por parte de los países de la región de América Latina y el Caribe. El año pasado fue un gran placer escuchar al primer ministro de Dominica declarar que iban a ratificar el tratado y así lograr la plena adhesión en toda la región. Ese liderazgo es evidente para todos.

Con información de Télam