La Fundación Nobel, encargada de entregar los prestigiosos galardones, informó hoy que decidió no invitar a la ceremonia en la capital sueca, Estocolmo, a los embajadores de Rusia y Bielorrusia en Suecia, ni al jefe del partido de extrema derecha sueco, dado que las convocatorias deben reflejar "el respeto a la ciencia, la cultura, el humanismo y el internacionalismo" que pregona la organización.
"El premio Nobel se basa en el respeto a la ciencia, la cultura, el humanismo y el internacionalismo. Este respeto también es la base de los logros que se celebran y destacan cuando los premios Nobel y los invitados de todo el mundo asisten a la ceremonia de entrega de premios Nobel y al banquete del 10 de diciembre", argumentó la Fundación en un comunicado.
Una de las personas que, como años anteriores, no participará de la ceremonia que se celebrará el 10 de diciembre en Estocolmo será el jefe del partido de extrema derecha sueco, aliado clave en el nuevo Gobierno, Jimmie Akesson.
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El partido de los Demócratas Suecos (SD) de Akesson, nacionalista y anti-inmigración, tratado durante años como un paria en la escena política sueca, es considerado como el gran ganador de las elecciones generales de septiembre pasado, cuando se posicionó como segunda fuerza política del país.
La organización "invita a los embajadores que se encuentran en Suecia, pero en relación con la invasión rusa sobre Ucrania, ha decidido no invitar a los embajadores de Rusia y Bielorrusia", informó la fundación, replicó la agencia de noticias Europa Press.
En la ceremonia del 10 de diciembre en Estocolmo se entregarán los galardones de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía, mientras que el Nobel de la Paz es el único que se entregará en la capital noruega, Oslo.
La exclusión de los embajadores de Rusia, Viktor Tatarintsev, y de Bielorrusia se produce cuando el premio Nobel de la Paz es entregado al activista bielorruso Ales Bialiatski, la ONG rusa Memorial -cuya disolución ordenaron las autoridades rusas hace un año- y al Centro para las Libertades Civiles de Ucrania.
Bialiatski, encarcelado de 2011 a 2014 y detenido sin juicio desde 2020, fue uno de los pioneros del movimiento democrático que surgió en Bielorrusia en la década de 1980.
En 1996 fundó Viasna, que brinda apoyo a los manifestantes encarcelados y sus familias y documenta el uso de la tortura contra los presos políticos, reseñó la agencia Sputnik.
Miembro de la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH), Viasna se convirtió rápidamente en un observador esencial de los ataques a los derechos, del recuento de detenidos, de la defensa de los presos o de la vigilancia de las elecciones.
En tanto, Memorial, nacida en 1987 en la entonces Unión Soviética, se convirtió en "la fuente de información de mayor autoridad sobre los presos políticos en los centros de detención rusos", según el Comité Noruego de Nobel, y lideró "los esfuerzos para combatir el militarismo y promover los derechos humanos y un gobierno basado en el Estado de derecho".
Catalogada desde 2016 como agente extranjero en Rusia, Memorial se negó reiteradamente a etiquetarse como tal, hasta que la Corte Suprema ordenó su disolución a finales de 2021.
Además de poner en marcha un centro de documentación sobre las víctimas del estalinismo, recopiló y archivó la información sobre la represión y las violaciones de derechos humanos en Rusia.
Poco después de que se anunciara el premio, la ONG denunció el proceso abierto contra ella en Rusia y, finalmente, el tribunal ordenó la expropiación en favor del Estado de la sede de la ONG en Moscú.
El Centro para las Libertades Civiles (CCL, por sus siglas en inglés), fundado en Kiev en 2007 y dirigida por la abogada ucraniana Oleksandra Matviichuk, aboga por fortalecer la sociedad civil ucraniana, con la promoción del Estado de derecho y la afiliación de Ucrania a la Corte Penal Internacional.
En medio de la guerra con Rusia que comenzó el 24 de febrero de este año, procura identificar y documentar los crímenes de guerra.
Con información de Télam