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La Comunidad Económica de Estados del África Occidental (Cedeao) acordó hoy la activación "inmediata" de una fuerza regional con vistas a una posible intervención en Níger para recuperar el "orden constitucional" tras el golpe de Estado que destituyó al presidente Mohamed Bazoum, informó el presidente de la comisión del bloque, Omar Touray.
Aunque el grupo regional sigue decidido a resolver la crisis por la vía "pacífica", el anuncio realizado por Touray en la cumbre extraordinaria de la Cedeao convocada en Nigeria implica 'de facto' un primer paso hacia la hipotética intervención.
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El bloque ya amenazó con ella tras el golpe e incluso dio un ultimátum a la junta militar para renunciar al poder.
El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, responsable de turno de la Cedeao, también abogó durante su discurso por impulsar el diálogo y agotar "todas las vías" diplomáticas tras la asonada militar en Níger.
Asimismo, sostuvo que que "la crisis política en Níger no solo representa una amenaza para la estabilidad de la nación, sino que también tiene implicaciones de gran alcance para toda la región de África Occidental", reportó el diario local Punch, citado por la agencia de noticias Europa Press.
La junta militar nigerina desoyó los llamamientos del bloque y hasta dio pasos para consolidarse, incluido el nombramiento de altos cargos.
Entre sus aliados destacan las autoridades de Burkina Faso y Malí, que ya avisaron que una hipotética intervención militar en Níger supondría una "declaración de guerra" también contra ellos.
Poco antes, líderes de países de África occidental ratificaron que priorizan la diplomacia sobre la fuerza para convencer a militares que dieron un golpe de Estado de reponer en el cargo a Bazoum, horas después de que los golpistas ignoraran exigencias previas y nombraran un nuevo Gobierno de facto.
"Priorizamos las negociaciones diplomáticas y el diálogo como base de nuestro planteamiento", declaró Tinubu.
En otra primera cumbre el mes pasado, los dirigentes de la Cedeao habían dado a los militares nigerinos siete días para restablecer al presidente Bazoum, elegido democráticamente hace dos años en la primera transferencia pacífica del poder desde que el país se indpendizó de Francia en 1960.
Pero el nuevo régimen ignoró el plazo.
"Lamentablemente, el ultimátum de siete días que dimos durante la primera cumbre no dio el resultado deseado", reconoció Tinubu.
Agregó que "debemos entablar conversaciones serias con todas las partes implicadas, incluidos los líderes golpistas, para convencerlos de que abandonen el poder y restituyan al retenido presidente Bazoum", derrocado el 26 de julio.
Horas antes de la cumbre, los militares nigerinos multiplicaron las señales de querer consolidar su poder y anunciaron la conformación de un nuevo Ejecutivo con 20 ministros, que incluye a dos generales al mando de las carteras de Interior y de Defensa.
Los militares golpistas ya habían nombrado esta semana a su primer ministro, Ali Mahaman Lamine Zein, dando los primeros indicios de su determinación a conservar el poder tras la destitución de Bazoum, que desde el golpe está detenido en Niamey, la capital de Níger.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su profunda preocupación por las circunstancias desfavorables de su detención y volvió a pedir su liberación.
El diplomático denunció "las deplorables condiciones de vida en las que al parecer viven el presidente Bazoum y su familia", según un comunicado difundido por la agencia de noticias AFP.
Horas antes, la cadena de noticias estadounidense CNN informó que los militares mantenían aislado a Bazoum y lo obligaban a comer arroz seco y pasta.
En una serie de mensajes de texto que el presidente depuesto envió a un amigo, el líder nigerino dijo que había estado "privado de todo contacto humano desde el viernes", sin que nadie le suministrara alimentos ni medicinas, de acuerdo con la estación televisiva.
Níger es el cuarto país dentro del bloque regional en sufrir un golpe de Estado desde 2020, después de Guinea, Mali y Burkina Faso.
Ea uno de los últimos aliados de los países occidentales en la región del Sahel, desestabilizada por la violencia de grupos islamistas armados.
Estas potencias, con Francia y Estados Unidos a la cabeza, respaldan los esfuerzos de la Cedeao para reponer a Bazoum, un socio clave en su dispositivo antiyihadista en la región.
Francia tiene tropas desplegadas en la región en el marco de la lucha antiyihadistas, pero desde el golpe, París suspendió los acuerdos de cooperación militar.
La junta de Níger denunció ayer que un avión del Ejército francés llegado de Chad violó el espacio aéreo nigerino y acusaron a la antigua potencia colonial de haber liberado a yihadistas, algo que el gobierno del presidente Emmanuel Macron también desmintió.
Con información de Télam
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