(Agrega reunión de la Cedeao en Nigeria y declaraciones del encargado de Asuntos Políticos y de Seguridad de la Comunidad sobre una intervención militar)
La junta militar de Níger reabrió las fronteras aéreas y terrestres con cinco países tras el golpe de Estado que la semana pasada sacó del poder al presidente Mohamed Bazoum, quien en las últimas horas recibió el "apoyo inquebrantable" de Estados Unidos.
El líder del autodenominado Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP), general Abdourahmane Tchiani, declaró anoche en la televisión nacional que mediante un decreto reabrió los pasos fronterizos con Argelia, Burkina Faso, Chad, Libia y Mali.
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Tchiani apareció públicamente hace casi una semana por primera vez para anunciar la destitución del poder de Bazoum y el cierre de las fronteras del país, horas después de que la Guardia Presidencial retuviera al mandatario.
El golpe ha sido rechazado por organismos como la Unión Africana (UA), la Unión Europea (UE), la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), la ONU y por países como Estados Unidos que reiteró su "apoyo inquebrantable" al presidente depuesto.
Para hacer frente a la crisis, los jefes de los estados mayores de los países de la Cedeao dieron inicio hoy a una reunión de dos días en Abuya, la capital de Nigeria.
Allí, el encargado de Asuntos Políticos y de Seguridad de la Comunidad, Abdel Fatau Musa, dijo que una intervención militar en Níger es "la última opción" para los países de África Occidental, pero añadió que hay que prepararse para esta "eventualidad".
"La opción militar es la última opción en la mesa, el último recurso, pero tenemos que prepararnos para esta eventualidad", afirmó.
El domingo la Cedeao impuso un bloqueo económico a Níger y dio a los golpistas un plazo de una semana para el retorno al poder de Bazoum.
Nigeria cortó desde ayer el suministro de electricidad para Níger, informó a la agencia de noticias AFP.
Asimismo, la Cedeao envió una delegación a Níger para "negociar" con los golpistas.
El secretario de Estado, Antony Blinken, se puso en contacto con el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Musa Faki Mahamat, para trabajar en la colaboración de Estados Unidos con ese organismo regional "para ver la liberación inmediata de Bazoum" y apoyar "la seguridad pública en Níger", informó Europa Press.
El vocero de Blinken, Matthew Miller, expresó el apoyo del Gobierno de Joe Biden a los esfuerzos de la Cedeao y los líderes de la región "para restaurar al presidente democrático".
En conferencia de prensa, Miller consideró "inapropiada" la declaración conjunta de Mali y Burkina Faso en la que avisaron a la Cedeao de que una posible intervención contra Níger sería considerada como una declaración de guerra contra ellos.
Por otro lado, reiteró que no hay "evidencias" de que Moscú haya estado detrás del golpe aunque evaluó que "no estaría fuera de lugar que Rusia o el Grupo Wagner traten de aprovechar la inestabilidad en este país o en cualquier otro de África".
Dijo también que Washington está monitoreando los esfuerzos europeos para evacuar a sus ciudadanos y confirmó que la Embajada estadounidense en la capital de Níger, Niamey, permanece abierta.
Además de a Bozoum, los golpistas aprehendieron a varios ministros y figuras del hasta la semana pasada oficialista Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo (PNSD), entre ellos el presidente del PNSD, Foumakoye Gado; el ministro de Petróleo, Sani Issoufou Issoufou, que es también hijo del expresidente Mahamadou Issoufou; la ministra de Minas, Ousseini Hadizatou; el ministro de Transportes, Alma Oumaru; el exministro del Interior, Souley Adamou, y el exministro y diputado Kalla Moutari.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó anoche su preocupación por las detenciones y pidió que Níger se adhiera "urgentemente a las obligaciones internacionales respecto a los Derechos Humanos y que se restaure el orden constitucional".
Bazoum está secuestrado desde el pasado miércoles, cuando un grupo de miembros de la Guardia Presidencial encabezado por Tchiani bloqueó los accesos al palacio presidencial en Niamey y llamó a los integrantes de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional a sumarse a su levantamiento.
Tchiani anunció la destitución del mandatario y el cierre de las fronteras (ahora levantado), en una acción motivada por la profundización de la crisis económica y de seguridad en el país, que hace frente a un incremento de las operaciones de las ramas de los grupos extremistas Estado Islámico y Al Qaeda.
La asonada ha azuzado nuevamente las preocupaciones sobre la inestabilidad política en Níger, un país que ya había sufrido otros cuatro golpes de Estado desde que obtuviera en 1960 la independencia de Francia, así como varios intentos frustrados, el último de ellos en 2021, días antes de que Bazoum asumiera el cargo.
Con información de Télam