El mundo celebra la Navidad con fuertes restricciones por el coronavirus

El Papa Francisco adelantó la tradicional misa, la movilización a Belén fue muy reducida y se evitan aglomeraciones.

24 de diciembre, 2020 | 19.21

Si bien algunos países comenzaron a distribuir y aplicar la vacuna, el coronavirus preocupa al mundo por los nuevos rebrotes y cepas que antes no existían. Por eso, muchas naciones pasan sus fiestas de fin de año bajo duras restricciones. Actualmente el globo acumula 77.530.799 casos positivos confirmados desde que comenzó la pandemia y 1.724.904. En nuestro país volvió el cierre de fronteras para vuelos procedentes de países con cuadros complejos pero aún se mantiene la etapa de distanciamiento social y el tránsito interno sigue permitido.

Ante este panorama, en el mundo muchas de las actividades tradicionales navideñas debieron modificarse por primera vez en siglos para cumplir los protocolos de distancia social, y otras directamente fueron suspendidas. Por ejemplo, una pequeña multitud asistió a la procesión de Navidad en las calles de Belén, que atrae normalmente a miles de peregrinos, según contó la agencia de noticias AFP. 

Un centenar de personas, con barbijos y paraguas, vieron el desfile, donde ondeaban banderas palestinas y del Vaticano, al ritmo de tambores y gaitas. "A pesar del miedo y la frustración, superaremos esta prueba porque Jesús nació en Belén", declaró el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa.

En Australia la situación de tranquilidad también se rompió y se enfrenta actualmente a un repunte de casos en el norte de Sidney, una ciudad cuyos habitantes solo podrán invitar a sus a casas a diez adultos o solo a cinco, si viven en "el epicentro" del foco de contagios. En Filipinas, algunos escogieron pasar las fiestas solos debido al riesgo de contraer el virus en el transporte público. "Voy a pedir comida, volver a ver viejas películas y hacer una videollamada con mi familia", comentó a AFP Kim Patria, de 31 años, que vive sola en Manila.


La mayor parte de Europa también se enfrenta a uno de los inviernos más tristes, con un resurgimiento epidémico en varios países. Alemania tuvo que anular sus famosos mercados de Navidad y el papa Francisco decidió adelantar dos horas la misa de medianoche en el Vaticano, para cumplir con las restricciones en Italia.

En cambio, en el noreste de Siria los habitantes ignoraron la pandemia y asistieron a una ceremonia de iluminación de un abeto en barrio cristiano, bajo la atenta mirada de las fuerzas de seguridad. Miles de camioneros europeos se preparaban para pasar la Nochebuena, bloqueados alrededor del puerto de Dover, en el Reino Unido, que sale lentamente del aislamiento que provocó la aparición en su territorio de una nueva cepa del coronavirus.

Las celebraciones de Año Nuevo tampoco brillarán tanto como de costumbre. Ante el repunte de la pandemia en Brasil (el segundo país más enlutado del mundo con casi 190.000 muertos, por detrás de Estados Unidos), el alcalde de Río de Janeiro prohibirá la noche del 31 de diciembre el acceso al barrio de la famosa playa de Copacabana, para evitar las aglomeraciones en la última noche del año. Habitualmente, millones de personas se dan cita en esta playa para admirar los fuegos artificiales de la tradicional fiesta de fin de año, cuya cancelación se anunció en julio. Télam.