Un incendio irrumpió en la mañana del sábado en el interior de la catedral de San Pedro y San Pablo en la ciudad de Nantes, en Francia.
La alerta se dio a las 7:30 de la mañana. Centenares de bomberos del departamento de Loire Atlantique indicaron, a través de su cuenta de Twitter, que estaban interviniendo por un fuego en la catedral y pidieron a la población que no se acercara y que no obstaculizaran su trabajo.
Cuando los bomberos ingresaron al edificio, descubrieron tres focos de fuego: uno a una treintena de metros de altura en la planta del gran órgano, que quedó totalmente destruido, y otros dos a uno y otro lado de la nave. La justicia francesa sospecha que el incendio tuvo un origen criminal, explicó el fiscal de esa ciudad, Pierre Sennès, a medios locales.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron anunció la noticia a través de la misma red social: "Después de Notre Dame, la catedral de San Pedro y San Pablo, en el corazón de Nantes, está en llamas. Apoyo a nuestros bomberos que asumen todos los riesgos para salvar esta joya gótica de la ciudad de los Duques".
En las redes sociales comenzaron a circular videos y fotografías de las llamas que comenzaron a visualizarse a través de la fachada, que luego pasaron a ser una columna de humo.
Los bomberos a cargo tranquilizaron a la sociedad y al mundo al admitir que la magnitud del incendio en la catedral de Nantes no es comparable al que se produjo en Notre Dame de París en abril de 2019, cuando quedó destruida buena parte de la techumbre de la catedral de la capital francesa.
La catedral de Nantes, cuya construcción comenzó en 1434 y terminó en 1891, es el tercer edificio religioso alzado en ese lugar. La primera catedral se construyó en el siglo VI y una segunda catedral románica en el siglo XII. A lo largo de su historia, la catedral sufrió varios siniestros. Durante la segunda Guerra Mundial, los bombardeos aliados destruyeron en junio de 1944 la sacristía y parte del deambulatorio. En enero de 1972, un incendio accidental provocado por el soplete de un obrero que trabajaba en la reparación del techo destruyó el armazón de madera de la catedral, y el edificio fue totalmente restaurado.