La capital de Sudán volvió a ser escenario de explosiones y disparos entre los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y el ejército, que renovó su llamado a enrolarse en sus filas después de tres meses de guerra.
Los combates empezaron "a las 4 de la mañana, hora local, y continúan desde entonces", aseguró un habitante de Jartum, la capital de este país de 45 millones de habitantes situado en el noreste de África, según la agencia de noticias AFP.
La ciudad sufre escasez de comida, agua y electricidad desde que comenzaron los combates el 15 de abril entre el ejército dirigido por el general Abdel Fattah al Burhan y los paramilitares de las FAR del general Mohamed Hamdan Daglo.
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El conflicto, que se extiende por todo el territorio, ya causó más de 3.000 muertos y más de 2,2 millones de desplazados internos.
Otras 645.000 personas huyeron a los países vecinos, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Sin embargo, los médicos calculan que el balance podría ser mucho mayor, ya que dos tercios de los hospitales y centros de salud en las áreas de combate están "fuera de servicio".
Además de Jartum, los enfrentamientos son especialmente violentos en Darfur, una amplia región fronteriza con Chad que ya fue escenario de una sangrienta guerra civil en la década de 2000.
El ejército anunció hoy que estaba listo para "recibir y preparar" combatientes voluntarios.
El general Burhan ya había pedido la semana pasada a los sudaneses "jóvenes y todos los que puedan defender" a unirse a sus tropas.
Pero los civiles han rechazado en su mayoría el llamado y esperan que el conflicto termine lo antes posible.
Con información de Télam
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