Reunidos en el partido Reconquista, los simpatizantes del candidato de ultraderecha francés Éric Zemmour son un movimiento dinámico y variopinto unido por el rechazo a considerarse de extrema derecha pese a defender ideas nacionalistas y racistas, según constató el periodista independiente Vincent Bresson, quien pasó más de tres meses infiltrado entre sus juventudes.
"Es difícil hacer un identikit de estos militantes, pero una de las cosas que más los une es el rechazo a la etiqueta de extrema derecha", dijo Bresson en declaraciones a Télam.
El periodista, que describió su experiencia en el libro Generación Z -nombre del grupo de jóvenes zemmouristas-, precisó que se consideran "simplemente de derecha" y estiman que Zemmour hace la conexión entre las diferentes corrientes que puede haber en ese espectro político.
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"Pero cuando uno ve la cantidad de nacionalistas identitarios y grupúsculos de ultraderecha -como los Zuavos- que hay en su movimiento, se nota que no es un simple movimiento de derecha y es mucho más que eso", sentenció.
Según explicó, se trata de una militancia cuya principal fuerza es su firme voluntad política y determinación y que, al igual que su líder, lleva adelante una especie de "cruzada" porque su objetivo no es reformar Francia, sino "salvarla".
"Creen que hay un verdadero problema de identidad civilizacional y, por lo tanto, están muy decididos", añadió.
Sin embargo, esta fuerza es, a su juicio, su mayor debilidad, ya que señaló que están dispuestos a usar métodos eficaces pero "muy amorales" y "dudosos".
En su libro, Bresson reveló que los militantes encargados de la estrategia digital intentaron cambiar las páginas Wikipedia de Zemmour y su entorno, al sacar por ejemplo el calificativo "de extrema derecha".
Si bien nunca consiguieron hacerlo porque los voluntarios de la enciclopedia en línea lo impidieron, el periodista destacó que los zemmouristas intentaron modificarlo sistemáticamente.
"Esto demuestra que están dispuestos a ir muy lejos, incluso si eso significa cambiar la verdad", sentenció.
Además, indicó que practican el denominado astroturfing, una estrategia de marketing digital que pretende dar una impresión de espontaneidad y ocultar a los verdaderos responsables de una campaña publicitaria, cuando en realidad todo es coordinado por los equipos del candidato.
"Como los periodistas se informan mucho en Twitter, vemos que estas movilizaciones generaron muchos artículos que, a su vez, generaron toda una dinámica", remató.
Con información de Télam