Claudia Sheinbaum fue electa como candidata del oficialismo a la presidencia de México, para las elecciones previstas para el 2 de junio de 2024. La ex jefa de Gobierno de Ciudad de México irá en representación del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), en alianza con el Partido del Trabajo y el Partido Verde. Tras conocerse el resultado de las encuestas, quedaron afuera de la disputa al ex canciller Marcelo Ebrard, al ex secretario de Gobernación Adán Augusto López, al senador Ricardo Monreal Ávila, al diputado Gerardo Fernández Noroña y al senador Manuel Velasco Coello. La previa se dio en un escenario plagado de tensiones, en las que el ex canciller Marcelo Ebrard denunció irregularidades y acusó a sus compañeros y compañeras de “parecerse cada vez más al PRI (Partido Revolucionario Institucional)”.
"El Consejo Nacional nos asume como orgullosos continuadores de la transgresora gesta histórica que encabeza nuestro presidente (...) apoyando sin regateo alguno a nuestra candidata", proclamó el presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, en una conferencia de prensa en la que primó la alegría, pero en la que no se permitieron preguntas y a la que asistieron todes les candidates con excepción de Ebrard.
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Sheimbaum obtuvo una ventaja de diez puntos en la encuesta realizada por Morena. La candidata llegó al 39,4 % de los votos, dejando atrás a Ebrad (25%), López (10%), Monreal (6%), Fernández Noroña (12) y Velazco (6,3%).
La elección se llevó a cabo a través de una encuesta, que se realizó entre el 30 de agosto y el 3 de septiembre. Se hizo en un “puerta a puerta” en una estrategia puesta en marcha por la Comisión de Encuestas del partido oficialista. Incluyó varias preguntas para conocer la percepción sobre les candidates, que se computaron de manera virtual y, luego, les electores accedieron a una papeleta para responder a la pregunta que valió el 75 por ciento de todo el cuestionario y fue definitoria: “Próximamente Morena y sus aliados del Partido del Trabajo y del Partido Verde van a elegir a su candidata o candidato a la Presidencia de México. De las opciones que se incluyen en esta papeleta, ¿usted a quién preferiría? ¿Podría marcar su respuesta de manera secreta y depositarla en la urna?”.
Al mismo tiempo, otras cuatro firmas privadas, contratadas expresamente, hicieron “encuestas espejo” siguiendo la metodología y reglas definidas por el partido. En todas, Sheinbaum se impuso por una diferencia de diez puntos.
Claudia Sheinbaum
“La continuidad es no regresar al modelo del neoliberalismo”, sostuvo en una entrevista hace dos meses cuando todavía era jefa de Gobierno y estaba pronta a dejar su cargo para hacer campaña para consolidarse como la sucesora de López Obrador. Desde un principio se la señaló como la preferida, aunque el mandatario negó una y otra vez que hubiera “dedazos” o, en otras palabras, una elección hecha por él y no por la ciudadanía misma, como lo determinó la Alianza Juntos Haremos Historia, que incluye a Morena y a los partidos Verde y del Trabajo.
La ex jefa de Gobierno de Ciudad de México es una de las figuras políticas más cercanas al presidente López Obrador. En 2000, cuando él ofició como alcalde de la ciudad, fue su secretaria de Ambiente y, para 2006, dejó su cargo para convertirse en vocera de su campaña a la Presidencia. Fue parte activa de la conformación de Morena, en 2014, tras dejar las filas del tradicional partido de izquierda de México, Partido de la Revolución Democrática (PRD). De hecho, en 2015, le arrebató a ese partido la jefatura delegacional en Tlalpan. Además, estuvo a cargo de la coordinación del tema Gobierno y Política para la elaboración del Proyecto de Nación 2018-2024 del actual mandatario.
Su perfil es más bien académico y, también, social: tiene 61 años y se crio en una familia de académicos: es hija del químico Carlos Sheinbaum Yoselevitz y de la bióloga Annie Pardo Cemo, ambos participantes del movimiento estudiantil de 1968. Ella siguió ese legado cuando quisieron imponer el pago de cuotas para el ingreso universitario y se convirtió en las caras más visibles, entre 1986 y 1987. Es una estudiosa de las energías renovables, integró el Panel Intergubernamental de Cambio Climático -que en 2007 obtuvo el Premio Nobel de la Paz-, formó parte de Consejos Editoriales de diferentes revistas científicas y recibió diferentes premios sobre innovación y desarrollo.
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Las denuncias de Ebrard
Desde el día antes de conocerse el resultado de las encuestas, Ebrard comenzó a activar sus redes sociales. Primero, se manifestó preocupado y anunció que harían una "revisión" junto a sus representantes por las "incidencias" y "problemas" registrados, después pidió que se repitiera todo el proceso por haber identificado "irregularidades" y "graves inconsistencias". Un rato más tarde, en un video denunció que no dejaron que las y los integrantes de su equipo ingresaran al conteo de votos.
Para la analista política mexicana María José Soberano las denuncias de Ebrard no sorprendieron, dijo ante El Destape: "Lleva desde antes de iniciar el proceso inconformándose por muchas cosas que no tienen sustento. Todo se hizo conforme a sus peticiones, pero en los 70 días no levantó en las encuestas". Según planteó el 14% de las encuestas que se invalidaron "no alteran la muestra estadísticamente" y, además, todos los aspirantes respaldan el proceso".
"Imagínense. Nada más sólo por proponer que se debe reponer (repetir) todo el procedimiento por las graves inconsistencias que hay en todo el proceso. Ahora resulta que la respuesta es la policía. Cada vez se parecen más al PRI de antes, qué tristeza", manifestó. Según intengrantes de su equipo, algunas urnas llegaron incompletas, hubo bolsas abiertas y talonarios desprendidos.
Pocos minutos antes de que se supiera el resultado, el excanciller sostuvo en una entrevista en TV y Radio Fórmula de México que se retiró del conteo, aunque no definió si se retira del partido: "Estoy definitivamente fuera del proceso", dijo en una decisión que, pese a los llamados a la "serenidad", ya se sabe que este movimiento tuvo un fuerte impacto en las bancadas de Morena en el Congreso Nacional, que se mostraron divididas. Además, convocó a una asamblea nacional el próximo lunes para determinar la ruta a seguir en el proceso de 2024.
En medio del agite y las ansias por el resultado, una de sus representantes, la senadora Malu Micher, insistió en las denuncias, pero confirmó vehementemente que no se irán del partido. "Somos orgullosamente morenos, somos felices en este movimiento porque somos una familia, pero también hay diferencias al interior de la familia", manifestó.
La posición de Ebrard se dio a contramano de la propuesta hecha por el presidente y en la que insistió en su conferencia diaria en la misma jornada en la que se conocieron los resultados, cuando descartó que surjan complicaciones: "La oposición le apostaba al rompimiento entre quienes aspiran a coordinar la defensa de la 4T; sin embargo, ella y ellos han estado a la altura del pueblo de México. No será necesaria ninguna reconciliación (hacia adentro del partido), porque en nuestro movimiento no hay ambiciosos vulgares, luchamos por ideales y por el bienestar de la gente".
Mientras inicia el trabajo hacia adentro de Morena de la ganadora, queda por ver el lugar que ocupará Ebrard en el partido. Según había planteado López Obrador, el segundo lugar en la encuesta tenía previsto estar al frente de la bancada del Senado y, el tercero, la de Diputados en una próxima legislatura.