México afrontará los comicios más grandes de su historia este domingo cuando más de 99,5 millones de mexicanos y mexicanas asistan a las urnas. Además de la presidencia, deberán elegir otros 20.000 cargos que están en juego. En una campaña atravesada por la violencia política, la aspirante oficialista Claudia Sheinbaum se erigió como la favorita para continuar el legado de Andrés Manuel López Obrador (Morena) ante las candidaturas de Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynes. El traspaso de mando será el 1° de octubre y ese día, podría convertirse en un hito si se cumplen las previsiones: será la primera vez que una mujer asuma como presidenta en dicho país.
El 1° de marzo arrancó la campaña y desde ese momento no ha habido encuesta que cuestionara el triunfo de Sheinbaum, que se sitúa en torno al 50 por ciento en intención de voto por delante de Gálvez, que se presenta ante estos comicios con una coalición conformada por los partidos tradicionales Revolucionario Institucional (PRI), de Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD). La candidata de la oposición se fue desinflando con el paso del tiempo hasta quedarse a unos 20 puntos porcentuales de la aspirante de Morena.
Por su parte, el delfín político de López Obrador, la exalcaldesa de la capital, académica y exdirigenta del movimiento estudiantil, hace al menos un año que trabaja para consolidarse como la única opción posible. Primero logró sortear las internas, que se avizoraban con un cierre estrecho, logrando el 39,4% de los votos -más de 10 puntos por encima del segundo, el excanciller Marcelo Ebrard-. En los meses que siguieron, logró altos índices de popularidad y aprobación con su propuesta para combatir la violencia, que se distancia de las medidas punitivas de gobiernos anteriores en favor de acciones más enfocadas a atajar la pobreza y la desigualdad.
Pese a que en las últimas semanas se redujo el margen con su competidora de la oposición, este continúa siendo más que amplio según gran parte de los sondeos, aunque no insalvable. Gálvez confía en lograr el voto oculto de millones de mexicanos, así como los del tercero en liza, un testimonial Álvarez Máynez, de 38 años, diputado por el Movimiento Ciudadanos que se coló en la contienda a último momento.
Gálvez es la apuesta de una oposición que, en caso de acierto de las encuestas, se demostrará incapaz de revertir la popularidad de López Obrador gracias a sus políticas sociales en amplias zonas del país, relegadas al olvido por formaciones como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con 70 años de gobiernos.
A pesar del apoyo mediático e institucional que le otorgan las siglas que conforman la coalición Fuerza y Corazón por México –PRI, el PAN y el PRD–, Gálvez no llegó siquiera a situarse a la cabeza de las preferencias de los propios vecinos de su Tepatepec natal, una localidad agrícola en el centro del estado de Hidalgo.
Una campaña marcada por la violencia política
Estos tres meses de campaña estuvieron también marcados por el asesinato de una treintena de candidatos y candidatas, el último de ellos esta misma semana en Coyuca (Guerrero), así como por el desgraciado episodio durante un acto de Máynez en Nuevo León, en donde el desplome de un escenario provocó la muerte de nueve (9) personas.
Según un informe elaborado por Integralia Consultores, en el proceso electoral 2023-2024 contabilizaron 749 víctimas de algún tipo de agresión, de las cuales 231 fueron asesinatos a políticos (funcionarios y ex funcionarios) y 34 a candidatos y candidatas. En ese sentido, desde la organización apuntaron que esos números significan un 150 por ciento más agresiones en este proceso electoral, que comenzó de manera oficial en septiembre, frente a los pasados comicios intermedios de 2021, lo que incluye: asesinatos, atentados armados, amenazas, secuestros y desapariciones.
Ante este contexto, López Obrador consideró que los índices de violencia “son menores con respecto a años anteriores” y reprochó el, a su juicio, "sensacionalismo" que algunos medios de comunicación hicieron sobre este tema con fines “electoralistas” y "politiqueros". Más allá de eso, el Gobierno dispuso más de 27.000 efectivos del Ejército y la Guardia Nacional para garantizar la seguridad de los casi 100 millones de electores, de una población de unos 129 millones de personas.
Por su parte, desde la Organización de los Estados Americanos (OEA) sostuvo que confía en que "la participación y la movilización ciudadana vencerá al temor". El organismo llegó al país con una misión de observación electoral y, además, condenó los recientes episodios de violencia y los asesinatos.
Las elecciones más grandes de la historia
Además de la disputa –a una vuelta– por la Presidencia del país, casi 100 millones de personas están llamadas a las urnas también para elegir el nuevo Congreso, conformado por casi 630 escaños entre Cámara de Diputados y Senado, así como otros casi 20.000 cargos.
Entre ellos se encuentran los de la jefatura de Ciudad de México y sus 16 alcaldías, así como los gobiernos de los estados de Chiapas, Morelos, Tabasco, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Veracruz y Yucatán, y sus respectivos entes locales.
Sobre ello, la coalición oficialista Sigamos Haciendo Historia -formada por Morena, el Partido del Trabajo (PT) y los ecologistas (PVEM)- aspira a ampliar la mayoría que tiene en el legislativo, así como a defender su principal bastión, Ciudad de México, donde hasta ahora Sheinbaum ejercía como jefa de Gobierno.
Las elecciones de este domingo se enmarcan dentro de un período bastante excepcional en la historia reciente de México, puesto que por primera vez en su historia todo hace prever que será una mujer la elegida para dirigir el proyecto de vida de los mexicanos durante los próximos seis años. Ya sea Sheinbaum o Gálvez quien gané las elecciones, ambas representan la lucha de larga data no ya sólo de las mujeres mexicanas, sino de las de todo el mundo, por ocupar aquellos espacios tradicionalmente reservados para los hombres.
La vencedora tendrá el reto de devolver ese esfuerzo y promover la igualdad en un país en el que se registran dos feminicidios al día, lo que significa que, desde hace décadas, más de 3.000 mujeres y niñas son asesinadas por el hecho de serlo.
Con información de EuropaPress.
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