México asegura que el flujo de migrantes empezó a bajar tras el fin del Título 42 de EEUU

12 de mayo, 2023 | 12.36

El ministro de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, aseguró hoy que el flujo de migrantes empezó a bajar después de que se venciera el llamado Título 42, una norma estadounidense activada en pandemia que permitía expulsar a la mayoría de los que llegaban a la zona limítrofe y mantenía suspendido el derecho a pedir asilo.

"Hay calma y normalidad" en las ciudades fronterizas, afirmó Ebrard al tomar la palabra en la rueda de prensa diaria del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en la que dio detalles sobre el parte que le entregó la Secretaría de Defensa Nacional, según el diario mexicano El Universal.

Agregó que un reporte del Instituto Nacional de Migración (INM) afirma que hay “descenso en los flujos observados en los últimos días”.

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“En pocas palabras: el flujo va bajando al día, cuando menos hasta esta hora no hemos tenido confrontaciones, ni situaciones de violencia en la frontera”, expresó el canciller.

En las últimas semanas, miles de migrantes se agolparon en la frontera de México con Estados Unidos en medio de un aluvión de cruces ilegales antes de que expirara en las primeras horas de este viernes el Título 42, la norma activada durante el gobierno del expresidente Donald Trump que supuestamente buscaba frenar la Covid-19, pero que en la práctica se utilizó casi 2,8 millones de veces para expulsar a migrantes.

La expulsión por el Título 42 no tenía consecuencias judiciales, lo cual alentaba repetidos intentos, pero a partir de hoy, en cambio, quienes violen las leyes y nuevas disposiciones migratorias se enfrentan a tener la entrada prohibida a Estados Unidos durante cinco años o incluso a un proceso penal.

Estados Unidos anunció que la norma que regirá a partir de hoy hará imposible obtener asilo a personas que hayan viajado hasta la frontera a través de otro país, como México, sin haber tramitado allí su solicitud.

El gobierno de Joseph Biden lleva más de un año preparándose para el escenario pos-Título 42 con una batería de medidas que incluyen recompensas para los migrantes que empiecen a tramitar sus solicitudes antes de llegar a la frontera mediante la aplicación móvil CBP One.

Washington ha enfatizado que los pasos fronterizos seguirán cerrados a la migración irregular y que la única manera de ingresar legalmente a territorio estadounidense es mediante la solicitud de visas de asilo desde los países de origen.

Para seguir una "vía legal" el migrante puede acogerse a programas de reunificación familiar, a los permisos humanitarios para cupos de venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos, o bien tramitar sus solicitudes antes de llegar a la frontera mediante la aplicación móvil CBP One o en los "centros regionales de procesamiento", que recientemente fueron habilitados en Guatemala y Colombia.

Por su parte, el canciller mexicano dijo hoy que Estados Unidos está cumpliendo con su compromiso de otorgar 360.000 visas a quienes hagan sus trámites migratorios mediante la aplicación móvil CBP One y señaló que otorgarán 100.000 más para ciudadanos de Guatemala, Honduras y El Salvador.

Sin embargo, la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) aseguró que estas citas son casi imposible de obtener, ya que el cupo diario de admisiones "es extremadamente limitado y se agota en cuestión de minutos".

HRW evaluó que la nueva medida es un peligroso "reciclaje" de la era Trump y sigue representando una grave amenaza para la seguridad personal de los migrantes que aguardan en la frontera sur con México.

Mientras, entre los migrantes que acampan en la frontera todo era confusión y frustración.

"Es algo insólito que una aplicación prácticamente decida nuestra vida y nuestro futuro", se quejó Jeremy de Pablos, un venezolano de 21 años que lleva semanas acampando en Ciudad Juárez.

Lo más difícil es el reconocimiento facial porque "es un bingo, reconoce a quien quiere", aseguró el venezolano, en declaraciones a la agencia de noticias AFP.

En plena línea fronteriza entre Tijuana y San Diego, Steven Llumitaxi, un ecuatoriano de 21 años, dijo que tiene "mucha fe" en que las autoridades migratorias lo dejen pasar con su esposa y su hijo de dos años.

"Dicen que tienen prioridad los bebés", declaró en Tijuana, lugar al que fue trasladado por "coyoteros" que le cobraron 3.000 dólares por dar "el brinco" desde la frontera sur con Guatemala.

Horas antes, el secretario de Seguridad estadounidense, Alejandro Mayorkas, en un mensaje para contradecir a los traficantes de personas que "difunden información falsa", había advertido que las "fronteras no están abiertas".

En Brownsville, una localidad estadounidense fronteriza, la venezolana Patricia Vargas lloraba sentada en el suelo porque logró cruzar la frontera pero su familia no: "Devolvieron a mi hijo a Monterrey. Me acaban de avisar. Éramos cinco en total y solamente pude pasar yo", lamentó y acompletó: "Ya no se puede pasar. Ahora toca esperar que funcione la aplicación".

Con información de Télam