Al menos dos muertos y más de 3.000 inmuebles dañados dejó el sismo de magnitud 7,7 que sacudió a México en la jornada del 19 de septiembre. Ese mismo día se conmemoran otros dos terremotos ocurridos, pero en 1985 y en 2017, que dejaron miles de víctimas fatales. En esta ocasión, las dos personas fallecidas provienen de Colima, estado ubicado al oeste del país, según informaron las autoridades gubernamentales durante la conferencia diaria del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Una mujer falleció en Manzanillo tras resultar "severamente lastimada" por un muro que colapsó, dijo Laura Velázquez, jefa de Protección Civil federal, consignó la agencia AFP. En esa localidad también perdió la vida un hombre por la caída de un techo en una paseo comercial, agregó Velázquez ante la prensa. Además, otras nueve personas resultaron lesionadas en el mismo estado, mientras que 26 recibieron atención hospitalaria en Coahuayana, municipio del vecino estado de Michoacán, donde tuvo su epicentro el temblor registrado a las 13H05 locales (18H05 GMT).
"Tuvimos suerte porque fue un temblor de considerable intensidad. Es lamentable la pérdida de vidas humanas, pero no pasó a mayores", señaló López Obrador.
En Michoacán también se reportaron daños en 3.161 casas, 89 establecimientos educativos, 21 centros de salud y tres iglesias de varias localidades, así como afectaciones menores en puntos viales, por lo que el gobierno anunció una declaratoria de emergencia para liberar recursos. En Colima hubo daños en más de 150 viviendas y otras instalaciones.
Según las autoridades, hasta este martes se habían registrado casi 700 réplicas del sismo, la más fuerte de 5,8 de magnitud en la madrugada. Uno de los temblores provocó evacuaciones en Jalisco (oeste) la tarde de este martes.
Lo impactante del hecho fue que el movimiento principal ocurrió menos de una hora después de que millones de personas participaran en un simulacro de terremoto que se realiza cada 19 de septiembre desde hace 21 años. Es que, en la misma fecha de 1985 un sismo de 8,1 sacudió a México y dejó amplias zonas de la capital en ruinas. Según datos del registro civil, más de 10.000 personas murieron tan solo en la megaurbe, aunque el número es impreciso.
El 19 de septiembre de 2017 otro sismo de 7,1 sorprendió a los mexicanos. La cifra de víctimas se estima en 369 fallecidos, pero nunca se supo a ciencia cierta. Expertos del Servicio Sismológico Nacional explicaron el lunes que la ocurrencia de estos tres terremotos en la misma fecha es producto de una "coincidencia".
La mayoría de estos fenómenos en México se originan en el Pacífico, lo que ha permitido desarrollar un sistema de alerta sísmica en el centro del país. Con un estruendoso sonido, esta alarma viaja a mayor velocidad que las ondas sísmicas y advierte sobre un movimiento telúrico mayor un minuto en promedio antes de que ocurra, permitiendo desalojar viviendas o encontrar una zona segura.
Con información de Télam.