Las empresas chinas y la economía en general se vieron sometidas a una presión cada vez mayor en agosto, ya que la actividad de las fábricas se expandió a un ritmo más lento, mientras que el sector de los servicios sufrió una fuerte contracción, lo que aumenta la probabilidad de un mayor apoyo en materia de política monetaria a corto plazo para impulsar el crecimiento.
La segunda economía más grande del mundo protagonizó una impresionante recuperación tras el batacazo provocado por el coronavirus, pero el impulso se ha debilitado recientemente debido a los brotes nacionales de COVID-19, los elevados precios de las materias primas, la ralentización de las exportaciones, el endurecimiento de las medidas para controlar los elevados precios inmobiliarios y la campaña para reducir las emisiones de carbono.
El índice oficial de directores de compras (PMI) del sector manufacturero cayó a 50,1 en agosto, frente a 50,4 en julio, según mostraron el martes los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS), manteniéndose justo por encima de la marca de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción.
Los analistas encuestados por Reuters esperaban que se redujera a 50,2.
"Los PMI de agosto, peores de lo esperado, refuerzan nuestra opinión de que la desaceleración del crecimiento en el segundo semestre podría ser bastante notable", escribieron los economistas de Nomura en una nota.
"Esperamos que Pekín mantenga su combinación de medidas de "endurecimiento selectivo" para unos pocos sectores, especialmente el sector inmobiliario y las industrias altamente contaminantes, complementada por una "flexibilización universal" para el resto de la economía."
Nomura no es el único que opina así, ya que muchos otros analistas también esperan que el banco central realice un nuevo recorte de la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener como reservas a finales de este año para impulsar el crecimiento, además del recorte del mes pasado que liberó alrededor de 1 billón de yuanes (6,47 billones de dólares) en liquidez a largo plazo en la economía.
El PMI manufacturero mostró que la demanda cayó bruscamente, con una contracción de los nuevos pedidos y un indicador de nuevos pedidos de exportación que cayó a 46,7, el más bajo en más de un año. Las fábricas también despidieron trabajadores, al mismo ritmo que en julio.
Con información de Reuters