La crisis que vive la cadena de noticias británica BBC quedó al desnudo este domingo en su programación deportiva. Una lluvia de críticas a las autoridades y solidaridad con su presentador estrella y ex futbolista Gary Lineker se impusieron luego que este fuera censurado y suspendido por criticar un proyecto de ley migratorio que impulsa el actual Gobierno conservador.
Lineker, de 62 años, fue suspendido la semana pasada tras criticar criticado un proyecto de ley que busca impedir que migrantes que llegan de manera irregular al país desde las costas francesas y a través del Canal de la Mancha pidan asilo en el Reino Unido. La propuesta, denunciada por la propia ONU, se ha convertido en una de las principales banderas del Gobierno de Rishi Sunak, el joven ex ministro de Economía que intenta sacar a los conservadores de una crisis constante.
Este proyecto de ley -que es defendido por funcionarios con cifras ficticias, como fue denunciado al aire por otros periodistas de la BBC- prohíbe a las personas que llegan sin los papeles obligatorios solicitar asilo y, posteriormente, establecerse en el Reino Unido o solicitar la nacionalidad británica. También facilita la detención de migrantes hasta que sean expulsados a un tercer país considerado seguro, una política bastante similar a la que impuso el ex presidente Donald Trump en Estados Unidos.
"Dios mío, esto es más que horrible. No hay una afluencia masiva; es sólo una política inconmensurablemente cruel dirigida contra las personas más vulnerables en un lenguaje no muy diferente al utilizado por Alemania en la década de 1930", escribió Lineker la semana pasada en Twitter, donde tiene 8,8 millones de seguidores.
A diferencia de otros periodistas de la BBC que incluso cuestionaron la defensa del Gobierno al proyecto al aire, el ex futbolista, que fue delantero de la selección de Inglaterra y el máximo goleador del Mundial de México 1986, es uno de los futbolistas ingleses más queridos y respetados. Aún hoy, es una de las figuras más populares del país.
Por eso, cayó como una bomba cuando la cadena de noticias pública decidió suspenderlo del programa que hace desde 1999 y se llama "El partido del día". La reacción no llegó solo del público, sino también de sus colegas. Este sábado, varios programas de fútbol fueron anulados a último minuto, y la BBC se vio obligada a disculparse ante los espectadores, que la financian con el pago de un impuesto especial creado a tal fin.
La programación también se vio afectada este domingo luego que varios asesores y comentaristas decidieran no trabajar en solidaridad con Lineker.
Y su programa tampoco parece que podrá continuar sin él. Seis comentaristas que lo acompañaba anunciaron el sábado que abandonaban la emisión por estas "circunstancias", una decisión a la que se sumaron los ex futbolistas Ian Wright y Alan Shearer, también parte de ese staff.
En paralelo, el sábado una solicitada de apoyo online ya superaba las 135.000 firmas y el hashtag #BoycottBBC (Boicoteá a la BBC) fue tendencia en Twitter. La prensa rápidamente se hizo eco del creciente clima de opinión. "Apagón en BBC Sport", tituló el periódico Sunday Express, mientras la mayoría de los diarios del país seguían abriendo con ese tema.
El caso cobró importancia en un contexto de crispación alrededor del tema migratorio y por las recurrentes críticas de los conservadores británicos sobre la parcialidad del grupo. Los conservadores suelen acusar a BBC de haber cubierto el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), de manera parcial y en contra de la posición que asumieron la sucesión de Gobiernos conservadores a lo largo de los últimos años.
En medio de esas críticas y del peor pico de inflación que haya vivido el país en décadas, los conservadores congelaron el año pasado y por dos años el impuesto por el que se financia la BBC. Además, nombraron en 2021 como presidente de la cadena a Richard Sharp, un ex banquero que apoya y ha donado dinero al Partido Conservador.
La presión de la oposición y la sociedad sigue creciente, pero por ahora el director general de la BBC, Tim Davie, se negó "rotundamente" a dimitir y aseguró que quería "resolver la situación con calma" y "conseguir que Gary volviera al aire".
Con información de Télam