(Agrega reacciones de la ANP y de EEUU y éxodo de palestinos de Jenín)
Israel lanzó hoy la operación militar más intensa en casi 20 años en los territorios que ocupa a Palestina en la región de Cisjordania, un ataque con drones y cientos de soldados que dejó ocho palestinos muertos y decenas de heridos en la ciudad de Jenín.
La incursión recordó los grandes operativos que Israel lanzaba a principios de la década de 2000 durante el segundo levantamiento general palestino, o "Intifada", y extendió el periodo más violento en años en la región, con más de 200 muertos en lo que va de 2023.
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La violencia ya se había desbocado en 2022, pero se agravó al llegar al poder, en diciembre, el nuevo Ejecutivo del primer ministro Benjamin Netanyahu, una alianza de partidos nacionalistas y religiosas que es el Gobierno más derechista de los 75 años de historia de Israel.
La mayoría de los muertos este año eran palestinos, pero Netanyahu estaba bajo presión interna tras múltiples ataques contra habitantes de las colonias que Israel tiene en Cisjordania desde hace décadas, incluyendo uno que dejó cuatro israelíes muertos el mes pasado.
El operativo tuvo lugar en el campamento de refugiados palestinos que se ubica dentro de Jenín, un especie de gran barrio densamente poblado donde viven unas 14.000 personas.
Los refugiados palestinos son aquellos palestinos, y sus descendientes, que decidieron quedarse en sus casas dentro de lo que hoy es Israel cuando se fundó el Estado judío, en 1948, y no hacerse israelíes. Sus propiedades fueron confiscadas y ellos, expulsados.
Unos 3.000 palestinos abandonaron el campamento de refugiados tras la operación israelí, dijeron las autoridades locales, que añadieron que se tomaron medidas para recibirlos en escuelas y otros lugares de la ciudad.
Los ataques y enfrentamientos comenzaron ayer después de la medianoche, y continuaban hoy ya caída la noche.
El Ejército israelí dijo en un comunicado que atacó una "infraestructura terrorista" y un "centro de operaciones conjuntas" que sirve como punto de comando de la Brigada Jenín, un grupo local de milicianos palestinos.
La nota del Ejército agregó que las fuerzas israelíes atacaron una planta de producción de armas y de almacenamiento de artefactos explosivos, informó la agencia de noticias AFP.
Ocho palestinos murieron y 80 resultaron heridos, 17 de ellos de gravedad, en esta operación israelí, informó el Ministerio de Salud palestino.
El Gobierno autónomo palestino, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), anunció en un comunicado que suspendía todos los contactos y ratificaba el corte de la colaboración en materia de seguridad con Israel, como gesto de rechazo a la ofensiva en Jenín.
En Estados Unidos, el Gobierno del presidente Joe Biden dijo que apoyaba el derecho de Israel a defenderse, aunque le pidió evitar víctimas civiles en los operativos como el de Jenín.
La ANP agregó en su nota que también había decidido "limitar la relación con el Gobierno de Estados Unidos", en lo que pareció una respuesta a la decisión del Departamento de Estado norteamericano de justificar el operativo.
En un incidente separado, un palestino de 21 años murió hoy por disparos de tropas de ocupación israelíes cerca de Ramallah, dijo el Ministerio de Salud de la ANP.
"Nuestro pueblo palestino no se arrodillará, no se rendirá, no levantará la bandera blanca y permanecerá firme en su tierra frente a esta brutal agresión", dijo Nabil Abu Rudeineh, vocero del presidente Abbas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, acusó a su archienemigo Irán de estar detrás de la violencia al financiar a grupos militantes palestinos.
"Debido a los fondos que reciben de Irán, el campamento de Jenín se ha convertido en un centro de actividad terrorista", dijo a periodistas extranjeros.
"Estamos atacando este centro de terrorismo con gran fuerza", dijo Cohen.
Jordania y Egipto, países árabes que tienen tratados de paz con Israel, y la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que reúne a 57 naciones musulmanas, condenaron la incursión israelí.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que la operación estaba "procediendo según lo planeado", pero no dio ninguna indicación de cuándo terminaría.
Los combates continuaban al caer la noche, unas 20 horas después de que Israel entrara en el campamento.
"Estamos todavía dentro del campo. Seguimos capturando armas y municiones" e "infraestructura", dijo a periodistas el teniente coronel Richard Hecht, vocero del Ejército israelí.
La Yihad Islámica, un grupo islamista palestino con gran presencia en Jenín, mucho más poderosa que la poco conocida Brigada Jenín, amenazó con represalias si la lucha se prolongaba.
Ismael Haniyeh, jefe del movimiento islamista palestino Hamas, la más potente de las organizaciones de la resistencia armada palestina a la ocupación israelí, calificó la incursión israelí de "brutal".
Hamas, que está enfrentado con la ANP, gobierna en la Franja de Gaza, los otros territorios palestinos, que están enclavados dentro de Israel, sobre el mar Mediterráneo.
Lynn Hastings, la coordinadora humanitaria de la ONU en las áreas palestinas, dijo en Twitter que estaba "alarmada por la escala de la operación de las fuerzas israelíes", y señaló los ataques aéreos en un campo de refugiados densamente poblado.
Agregó que la ONU estaba movilizando ayuda humanitaria.
La Cancillería del reino de Jordania denunció la "agresión" contra Jenín" y lanzó "un llamado urgente" a la comunidad internacional para "poner fin a los ataques israelí en los territorios palestinos ocupados".
Jenín y su campamento de refugiados son zonas de frecuentes enfrentamientos entre fuerzas israelíes y milicianos palestinos.
El Ejército israelí suele realizar incursiones en el sector, que teóricamente está bajo el mando de la ANP de Abbas.
"Hay bombardeos y una invasión terrestre", declaró Mahmud al Saadi, director de la Media Luna Roja palestina en Jenín, a AFP.
"Varias casas y sitios fueron bombardeados. Hay humo saliendo por todas partes", agregó.
Siete personas murieron en junio pasado en otra incursión del Ejército israelí en el campo de refugiados de Jenín.
En esa incursión, el Ejército también disparó misiles desde un helicóptero, algo que no sucedía en Cisjordania desde 2002, durante la segunda intifada palestina, según un responsable palestino.
La violencia ha aumentado el último mes y, desde inicios del año, han muerto al menos 185 palestinos y 25 israelíes.
Con información de Télam