El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, repite cada vez que puede un mantra: “Brasil está de vuelta”. Con esa premisa, el mandatario marca el contrapunto de la agenda internacional con su antecesor Jair Bolsonaro. Hizo pie en Argentina, con quien mantiene un vínculo histórico y estratégico, para regresar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y en donde aprovechó la instancia multilateral para mantener cuatro reuniones bilaterales, todas estuvieron pautadas con anticipación, pese a los más de 60 pedidos que recibió el mandatario.
A lo largo de la jornada, Lula se reunió con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley; el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel; el presidente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu; y con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. El encargado de acercar los entretelones de las audiencias fue el principal asesor en política exterior de Lula, Celso Amorim, uno de los hombres más cercanos al líder del Partido de los Trabajadores (PT), excanciller (en el primer gobierno de Lula) y exministro de Defensa (en el periodo de la presidencia de Dilma Rousseff).
"Brasil había abandonado el Caribe"
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Los cuatro encuentros, sostuvo Amorim, fueron “importantes” y se llevaron adelante bajo la misma premisa que repite Lula: “Como dice el presidente: Brasil está de vuelta, y Brasil había abandonado el Caribe”, dijo Amorim para explicar la relevancia de haber mantenido un encuentro a puertas cerradas con Mottley, ahora presidenta de la isla caribeña, luego de haberse deshecho del yugo británico y pasar a ser una república independiente, en 2021. Según contó el asesor, “Brasil llegó a hacer, en 2010, una Cumbre con la Caricom (que reúne a 15 países de la subregión del Caribe), en donde llegó a tener una presencia muy grande” y trajo a la memoria un encuentro que se llevó a cabo entre Surinam, Guyana y Brasil para afianzar la cooperación en salud en los territorios indígenas.
Amorim caracterizó a Mottley como una “líder en la cuestión climática” y contó que durante la audiencia con ella el eje estuvo en el sostenimiento de las relaciones bilaterales y las potencialidades del vínculo con la mirada en la cooperación agrícola, exploración petrolera y gasífera, específicamente, lo que despierta el interés de Petrobras. También se habló sobre la conexión de exportación e importanción, y desde el punto de vista turístico, "porque quizá algunos tursitas europeos que visitan la isla también pueden llegar a vistiar la Amazonía", dijo Amorim, ya que Brasil se encuentra a dos horas de allí. Para consolidarlo, entraría en juego un tercer país: Guyana, ya que resta activar el puente que une ambos países a través del puente que pasa sobre el río Takutu.
Junto con Mottley, además, coincidieron en la realización de la cumbre mundial climática de 2025 en Brasilia y, también, sugirieron un posible preencuentro con países de la región. Además, Lula invitó a su par a que visite Brasil en los próximos meses.
“Brasil quiere tener relaciones normales con Cuba”
Amorim explicó ante la prensa que el encuentro con Díaz Canel se enmarcó en la idea de la “normalización” de los vínculos bilaterales con todos los estados, sobre todo, aquellos con los que Bolsonaro decidió romper: “Es una retomada, lo que significa más que nada una normalización. Brasil quiere tener relaciones normales con Cuba, continuar con la condena al bloqueo que hizo históricamente en la Asamblea de las Naciones Unidas, algo que importa no sólo a Cuba, sino al mundo entero”, declaró.
Entre los mandatarios hablaron sobre cooperación, sobre todo en el área médica y sobre las vacunas, que Cuba supo desarrollar las propias para hacerle frente a la pandemia.
La UE y la continuidad de diálogo para un acuerdo con el Mercosur
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, fue otro más en la seguidilla de encuentros que mantuvo dentro del Hotel Sheraton, en la Ciudad de Buenos Aires: la relación estratégica entre Brasil y el bloque; y la representación que hará Lula por la Celac en el marco de una Cumbre que –se informó en la jornada de este martes- se realizará en Bruselas, el próximo 27 de julio fueron los dos temas más importantes. Allí, el acuerdo de la UE con el Mercosur fue clave–cuyas conversaciones llevan más de 20 años-: “Hay interés en continuar ese diálogo sin hacer una apertura total”, dijo el asesor de Lula.
La crisis climática y la gobernanza global fueron otros dos ejes en donde el presidente brasileño se encargó de hacer sonar la palabra “legitimidad”, según contó Amorim. “El presidente enfatizó sobre que haya un cambio en la gobernanza global, marcó la necesidad de que los organismos multilaterales sean capaces de tomar decisiones que sean respetadas y para eso tiene que ser también una organización que tenga legitimidad, palabra que fue muy utilizada”, comentó. La guerra en Ucrania fue un paso rápido que se sobrevoló, según dijo.
La importancia de la agricultura familiar para el combate contra el hambre
El director general de la FAO, Qu Dongyu, fue el último en la agenda. Otro de los compromisos sobre los que insiste Lula cada vez que puede tiene que ver con este tema. Incluso, lo menciona y llora, se emociona, cada vez que habla sobre la pobreza en su país, que golpea a más del 30 por ciento de la población en la actualidad. Su misión, dice, es que cada brasileño y cada brasileña pueda comer tres veces al día.
“Fue muy positivo en todo sentido, él ve también la importancia de la agricultura familia para el combate al hambre y sabe que la gran prioridad de es acabar con el hambre no solo en Brasil sino en el mundo y la FAO es fundamental para eso”, destacó Amorim.
Brasil como un factor de equilibrio dentro de la Celac
Al ser consultado sobre su visión sobre cómo se llevó a cabo el encuentro multilateral de la jornada, Amorim destacó que vio que “la vuelta de Brasil fue festejada por todos, no desde lo personal, sino como Brasil”, dijo y señaló que su país es “un factor de equilibrio” en el organismo.
Para el excanciller, “quedó en claro que era muy importante para más de uno (el regreso de Brasil, que se había ido hace tres años por decisión de Bolsonaro) y para nosotros…Creo que tal vez es exagerado decir que América Latina y el Caribe no existen sin Brasil, pero sí su voz fue muy disminuida en otros espacios”, analizó.
Visita a Uruguay: “Nosotros queremos preservar el Mercosur”
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, fue uno de los que mantuvo la posición más dura respecto a la Cumbre como para marcar su disonancia respecto a la posibilidad de concretar acuerdos unilaterales en el Mercosur. De hecho, junto con Gustavo Petro, de Colombia, fue el único que dio una conferencia de prensa. En la media hora en la que habló ante la prensa, el uruguayo –que impulsa que su país establezca un tratado de libre comercio con China y pidió formalmente el ingreso al TPP11, el acuerdo de libre comercio más grande del mundo- dijo que el “Mercosur es el quinto organismo más proteccionista del mundo”.
Ante eso, Amorim fue conciso: “Nuestra posición es la siguiente: nosotros precisamos mucho de la relación con Uruguay, creemos que Uruguay en muchos aspectos es un ejemplo de civilidad en América Latina, que está muy avanzado en muchos aspectos. Ahora, también pensamos que el Mercosur se tiene que preservar, dentro de la idea de preservación, está la tarifa externa común, no es algo que es una exigencia de Brasil o de argentina, es el artículo primero del Tratado de Asunción”.
Amorim fue uno de los diplomáticos brasileños que formó parte de la escritura del texto que selló la conformación del bloque económico sudamericano, por eso, se ocupó de traer a la memoria que en aquel momento se quiso dejar por fuera de la tarifa “a los países más pequeños, pero ellos reclamaron estar, entonces hay que preservar el Tratado, pero reconocemos que los países menores precisan de algún apoyo”.
Pese a eso, tuvo una lectura positiva sobre la visita que mantendrá mañana Lula a Uruguay, en donde será recibido por Lacalle Pou. Dijo que en otros momentos se llegaron a tomar medidas que hicieron que Uruguay pasara a tener superávit con Brasil: “Es posible atender los legítimos intereses de Uruguay, se respeta mucho que puedan tener demandas, que puedan ser atendidas, eso es lo que procuramos hacer. Ahora: nosotros queremos preservar el Mercosur”.
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