La mayoría republicana de la legislatura del estado de Carolina del Norte, en el este de Estados Unidos, anuló hoy los vetos del gobernador demócrata a una serie de proyectos contra la comunidad LGBTIQ+.
Con este voto, entran en vigor tres proyectos de ley: una que prohíbe a los médicos atender a menores en tratamientos de afirmación de género, otra que restringe la educación sexual en las escuelas y una última que veta que los atletas transgénero compitan en equipos formados por personas de su mismo sexo autopercibido, informó la cadena de noticias CNN.
El gobernador, Roy Cooper, se quejó en un comunicado de que la legislatura haya priorizado ese tema en lugar de "trabajar por la noche y los fines de semana si es necesario para aprobar un presupuesto a fin de mes”.
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Cooper, que vetó los tres proyectos de ley anti LGBTIQ+ a principios de julio, ya había acusado a los legisladores republicanos de "tramar para las próximas elecciones" al "dañar a niños vulnerables" y promover "guerras de cultura política"
Cuando Cooper vetó los tres proyectos de ley relacionados a principios de julio, acusó a los legisladores republicanos de “tramar para las próximas elecciones” al “dañar a niños vulnerables” y promover “guerras de políticas culturales”.
La legislación prohíbe que los médicos del estado brinden atención de afirmación de género a menores de 18 años, incluso si existe el consentimiento de los padres, aunque existen excepciones muy limitadas para ciertos trastornos.
La atención de afirmación de género abarca una variedad de tratamientos y enfoques basados en evidencia que benefician a las personas transgénero y no binarias.
Los tipos de atención varían según la edad y los objetivos del receptor y muchas asociaciones médicas convencionales los consideran el estándar de atención.
“Cuando tenemos un grupo completo de personas que tienen ocho veces más probabilidades de suicidarse que sus pares, tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que esas personas tengan acceso a toda la atención médica que necesitan”, dijo la legisladora estatal Sarah Crawford, una demócrata que se pronunció en contra de la anulación del veto.
Mientras tanto, uno de los patrocinadores del proyecto de ley, la senadora estatal republicana Joyce Krawiec, dijo en un comunicado: “Necesitamos adoptar un enfoque cauteloso y limitar el acceso a estos procedimientos médicos que alteran la vida (...) la votación de hoy para anular el veto del gobernador Cooper solo hace eso".
El segundo proyecto, que prohíbe que niñas y mujeres transgénero compitan en equipos deportivos alineados a su identidad de género, establece que “el sexo de un estudiante se reconocerá únicamente en función de la biología reproductiva y la genética del estudiante al nacer”.
Una de las impulsoras del proyecto de ley, la senadora estatal republicana Vickie Sawyer, dijo en un comunicado: “Nuestras hijas no deberían verse obligadas a competir contra hombres biológicos y anular el veto del gobernador Cooper a esta legislación garantiza que nuestras hijas no tengan que preocuparse por eso”
El tercer proyecto requiere que los padres sean notificados "antes de cualquier cambio en el nombre o pronombre utilizado para un estudiante en los registros escolares o por el personal escolar" y prohíbe la instrucción sobre "identidad de género, actividad sexual o sexualidad” desde jardín de infantes hasta cuarto grado.
La ONG Campaña de Derechos Humanos lamentó que la Legislatura haya priorizado la discriminación contra las personas transgénero sobre el bienestar de Carolina del Norte.
“El gobernador Cooper hizo lo correcto al vetar estos odiosos proyectos de ley diseñados para despertar el odio contra las personas LGBTIQ+, pero los legisladores están enviando un mensaje claro de que Carolina del Norte no es un lugar seguro para nosotros. No dejaremos de luchar contra estas medidas discriminatorias”, afirmó la organización en un comunicado.
Con esta anulación, Carolina del Norte se convierte en el vigesimosegundo estado del país en aprobar este tipo de restricciones, que en los últimos meses se han vuelto populares en estados gobernados por republicanos, como Texas, Georgia o Alabama.
Con información de Télam
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