México será sede mañana de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que tendrá como eje la lucha regional contra la pandemia de COVID-19, las chances de colaboración en la materia y, de fondo, la posibilidad de conformar un grupo que analice la chance futura de crear un organismo que reemplace a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Por Argentina participará el canciller Felipe Solá, junto con una comitiva cívico-militar, que participó del tradicional desfile mexicano en conmemoración del Bicentenario de su independencia.
Aunque las primeras informaciones daban cuenta de una intención de México de ir a fondo con el debate sobre la OEA, en los últimos días la cuestión pareció moderarse: el secretario de Relaciones Exteriores local, Marcelo Ebrard, dijo en conferencia de prensa que el tema central sería el "enfrentamiento regional" a la pandemia y el subsecretario para América Latina y El Caribe, Maximiliano Reyes, afirmó que la cuestión "no está en la agenda escrita".
"Si el tema se pone sobre la mesa de conversaciones" se conversará y México sugeriría la creación de un grupo de trabajo conjunto con países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe para "reflexionar" al respecto, explicó Reyes. Evaluó además que ese grupo de trabajo "debería construir un método para ponerse de acuerdo, y no hay absolutamente nada más".
Se espera que mañana estén en la cumbre 16 mandatarios. Varios ya habían arribado esta tarde-, dos vicepresidentes, 10 cancilleres y otras autoridades de primer nivel de los 33 países latinoamericanos y caribeños que conforman el bloque. México tiene confirmadas las presencias de los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso; Costa Rica, Carlos Alvarado; Uruguay, Luis Lacalle Pou; Cuba, Miguel Díaz-Canel; y Paraguay, Mario Abdo Benítez. Estarán en el DF, además, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
México, que tiene la jefatura pro-témpore del bloque, extendida por la pandemia, presentará un informe de gestión, el plan para formalizar la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE) y la creación de un fondo para combatir el cambio climático, según anticipó en un tuit la Secretaría de Relaciones Exteriores, equivalente a la Cancillería.
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En torno de la pandemia, tendrán un lugar especial las acciones conjuntas como el envasado de vacunas de AstraZeneca entre México y Argentina, la distribución de ventiladores terapéuticos y el respaldo de 13 proyectos de investigación de vacunas de Celac en Argentina, Brasil, Chile y México.
Medios locales anunciaron también que México presentará además un plan para atender las crisis de las migraciones en Centroamérica, que tienen al país de Andrés Manuel López Obrador como principal territorio de paso hacia Estados Unidos.
En julio, el Castillo de Chapultepec acogió a la cumbre de cancilleres de la Celac, y fue entonces cuando el presidente López Obrador esbozó la necesidad de avanzar hacia un nuevo mecanismo regional que sustituya a la OEA, "no lacayo de nadie, sino apegado a la realidad" de la región.
"Algo semejante a la Unión Europea", dijo el mandatario y días después su canciller, Ebrard, también adelantó que México propondría "un adiós OEA, en su sentido intervencionista, injerencista, hegemonista y que venga otra organización que construyamos políticamente, en acuerdo con Estados Unidos".
En el origen mismo de la Celac ya está la intención de un acuerdo regional con otras características: el bloque nació en 2011, con el impulso del venezolano Hugo Chávez, que juzgaba necesario un espacio de integración distinto a la OEA, que no incluya a Estados Unidos.
Varios Gobiernos de la región profundizaron sus diferencias con la OEA y, más puntualmente, con su secretario general, el uruguayo Luis Almagro, por el rol que el organismo tuvo en el golpe institucional contra Evo Morales en Bolivia, en noviembre de 2019.