El premier británico, acorralado por su propio partido: deserción y más pedidos para que renuncie

19 de enero, 2022 | 12.33

Un parlamentario británico desertó hoy del Partido Conservador para pasarse a la oposición, agudizando la crisis del primer ministro, Boris Johnson, que volvió a rechazar su renuncia mientras crecen los cuestionamientos por la docena de celebraciones organizadas por el Gobierno durante la pandemia.

El diputado Christian Wakeford abandonó hoy el oficialismo y se sumó a las filas del laborismo, en protesta por la crisis política originada por las fiestas del gobierno durante el confinamiento y por las cuales el premier enfrenta numerosos pedidos de renuncia.

En ese marco, el legislador conservador y exministro del Brexit, David Davis, una figura clave en lo que fue la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), le pidió hoy a Johnson que dimita y se vaya, en una sesión en la Cámara de los Comunes donde el primer ministro recibió críticas hasta dentro de sus propias filas.

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"Te has sentado aquí por demasiado tiempo. En el nombre de Dios, vete", le dijo Davis en la cara a Johnson y ante la atenta mirada del resto del Parlamento.

El legislador señaló que se pasó semanas defendiendo al premier de electores enojados, incluso recordándoles los éxitos del Brexit, pero dijo que "espera que los líderes asuman la responsabilidad de las acciones que toman".

El gobierno británico está acusado de celebrar una docena de fiestas en pleno confinamiento mientras imponía a los británicos reducir drásticamente sus contactos personales debido al coronavirus.

Wakeford, por su parte, le dijo al primer ministro que él y el Partido Conservador en su conjunto han demostrado ser "incapaces de ofrecer el liderazgo" y el Gobierno que el país merece y por eso se pasaba al laborismo.

"He llegado a la conclusión de que las políticas del gobierno conservador que usted dirige no hacen nada para ayudar a la gente de mi circunscripción y de hecho, solo empeoran las luchas que enfrentan a diario", le dijo a Johnson, mientras que el líder laborista, Keir Starmer le dio la bienvenida a sus filas.

Starmer, que también insiste en la renuncia del primer ministro, acusó a Johnson de "defender lo indefendible" y acusó a los tories de estar "demasiado distraídos por su propio caos" para idear un plan propio ante distintos problemas como el aumento en los precios de la energía.

El líder opositor agregó que Johnson "está fuera de control, sin ideas y pronto estará fuera de la oficina".

En ese sentido presionó al premier para que responda sobre las advertencias a la realización un picnic en el jardín de Downing Street, la residencia oficial del Gobierno británico, durante el primer confinamiento de coronavirus y lo acusó de mentir al Parlamento.

Dominic Cummings, exasesor clave de Johnson, denunció ayer que el primer ministro fue alertado de antemano sobre la realización de la fiesta del 20 de mayo de 2020 y que la reunión convocada para ese día iba contra las reglas impuestas ante la pandemia.

Pero el primer ministro negó "categóricamente" que se le advirtiera sobre esa fiesta en el jardín de la residencia y que podía estar incumpliendo las normas del confinamiento.

En ese sentido, al ser preguntado por una diputada liberaldemócrata si no era "la hora" de que dimitiera, el premier contestó con un rotundo "no" y pidió esperar a conocer el resultado de la investigación que lleva a cabo la funcionaria Sue Gray, a cargo de esclarecer qué ocurrió en Downing Street.

Johnson se encuentra en la cuerda floja debido al malestar entre los legisladores oficialistas, en particular entre los nuevos diputados que obtuvieron escaños en las elecciones de 2019 en circunscripciones del norte de Inglaterra, tradicionalmente en manos de la oposición laborista, señaló hoy el Daily Telegraph.

No se descarta que el enfado en las filas conservadoras se traduzca en un proceso interno para destituir al exalcalde de Londres como líder.

Mientras tanto, el primer ministro anunció que la próxima semana pondrá fin a las principales restricciones anticovid impuestas para combatir la variante Ómicron en Inglaterra, y en marzo terminará el aislamiento para los casos positivos.

De esta forma, quienes habiten en Inglaterra podrán regresar a las oficinas, ya no tendrán que mostrar el pasaporte Covid para locales nocturnos y otros eventos masivos, como tampoco será obligatorio el uso de máscaras faciales.

"A medida que el Covid-19 se vuelve endémico, tenemos que sustituir las obligaciones legales por consejos y recomendaciones", argumentó Johnson.

Dijo que no tenía intención de prorrogar la normativa que impone el aislamiento para los casos positivos de Covid-19 cuando expire el 24 de marzo. Esta fecha podría incluso adelantarse.

Anunció además que los casos estaban disminuyendo y que la variante Ómicron probablemente había alcanzado su punto máximo a nivel nacional, lo que significa que las reglas ahora podrían relajarse.

Informó que 19.450 personas están internadas con el virus, lo que representa un descenso del 2% semana tras semana.

Mientras que en las últimas 24 horas se detectaron 94.432 casos positivos de coronavirus en todo Reino Unido.

Con información de Télam