Una suba del precio del gas derivó en inusitadas protestas en Kazajistán, que pidió ayuda a Rusia

05 de enero, 2022 | 19.26

Una suba en la tarifa del gas derivó en apenas unos días en una de las mayores crisis políticas en Kazajistán, con multitudinarias protestas, ocho policías y militares muertos, incendios a edificios públicos, la renuncia en pleno del Gobierno y un pedido a Rusia para que ayude a controlar la situación, todas escenas inusuales en esta exrepública soviética de unos 19 millones de habitantes.

Después de declarar ayer el estado de emergencia y cesar hoy a su Gobierno, el presidente Kassym Jomart Tokayev pidió la asistencia de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza hegemonizada por Moscú, para frenar lo que llamó "una amenaza terrorista".

La decisión fue adoptada después de que manifestantes irrumpieran en la sede comunal de Almaty, la capital económica y ciudad más grande del país, en medio de unas protestas sin precedentes tras el aumento de los precios del gas, manifestaciones que desatendieron la imposición del toque de queda de 23 a 7.

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Según la agencia de noticias rusa Tass, la residencia presidencial de Almaty, al igual que el edificio del Gobierno local, estaba prendida fuego tras la irrupción de los manifestantes.

Iniciado el fin de semana pasado en una ciudad de provincia, el movimiento de protesta se extendió anoche a Almaty, donde cerca de 5.000 personas se congregaron para manifestarse y fueron dispersadas por la policía.

Pero hoy fueron otros miles los que atacaron el edificio del Gobierno de la ciudad y consiguieron entrar pese a los disparos de granadas y de gases lacrimógenos por parte de la policía, informó la agencia de noticias AFP.

Esta crisis es la mayor amenaza hasta la fecha para el régimen establecido por el expresidente Nursultan Nazarbayev, que dirigió esta antigua república soviética hasta 2019, pero que mantiene una gran influencia, al punto que la capital del país, Astaná, cambió su nombre ese año en su homenaje y ahora se denomina Nur-Sultan.

Un comunicado publicado en la web presidencial señaló que Tokayev había aceptado la renuncia del Gabinete del primer ministro Askar Mamin y que hasta la formación de uno nuevo, el viceprimer ministro Alikhan Smailov dirigiría el Gobierno interinamente.

Más de 200 personas habían sido detenidas para entonces en las manifestaciones por "perturbación del orden público" y 95 policías resultaron heridos, informó el Ministerio del Interior, que advirtió que quienes protestaban bloquearon las rutas y la circulación.

Tokayev aseguró que un grupo de "conspiradores" estaría instigando las protestas que sacuden el país desde el 2 de enero.

"La forma en se coordinan los elementos violentos evidencia que existe un plan de acción de los conspiradores que están motivados por razones financieras", dijo el mandatario en un mensaje televisado.

Además, agradeció "a los policías y militares que hicieron frente a los grupos violentos y, lamentablemente, sufrieron bajas" y aprovechó el contexto para anunciar que iba a aplicar mano dura.

"Como presidente tengo el deber de garantizar la seguridad y la tranquilidad de nuestros ciudadanos, velar por la integridad de Kazajistán", remarcó.

El estado de emergencia decretado por Tokayev rige hasta el miércoles 19 e incluye un toque de queda de 23 a 7 a nivel nacional.

La decisión "restringe la libertad de movimientos, incluyendo a los transportes", y prohíbe los "eventos masivos y reuniones familiares por nacimientos, bodas y velatorios", según los informes oficiales.

El Gobierno kazajo había impuesto antes el estado de emergencia solo en Almaty, la capital financiera del país, en la provincia de Mangistau y en la capital administrativa, Nur Sultan.

El movimiento contra el alza de precios del gas había empezado el fin de semana en la localidad de Janaozen, en el corazón de Mangystau, antes de propagarse a Aktau, a orillas del mar Caspio, y Almaty.

El presidente tuiteó ayer que las autoridades habían decidido una baja en el valor del litro de gas licuado para "asegurar la estabilidad del país", pero la medida pareció tardía y no apaciguó las protestas.

Ante el desborde absoluto de las manifestaciones, Tokayev apeló a la OSTC. "Hice un llamamiento a los jefes de los Estados de la OTSC para que ayuden a Kazajistán a superar esta amenaza terrorista", dijo el presidente.

Denunció que esas "bandas terroristas" recibieron "entrenamiento en el extranjero" para desestabilizar a este país de Asia central rico en hidrocarburos.

La OTSC es una alianza militar liderada por Rusia e integrada por otras cinco exrepúblicas soviéticas: Armenia, Belarús, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.

Rusia, crucial para la economía de Kazajistán, llamó por la tarde a resolver la crisis mediante el "diálogo" y no con "disturbios callejeros", y desde Washington la Casa Blanca pidió "moderación" a las autoridades kazajas.

Más tarde, el presidente de la OTSC, el primer ministro armenio Nikol Pashinyan, anunció en Facebook que la alianza decidió enviar "fuerzas colectivas de mantenimiento de la paz" a Kazajistán "por un período limitado para estabilizar y normalizar la situación" en ese país" que fue causada por "injerencias externas".

Para agudizar el cuadro, hoy se registró un "fallo de internet a escala nacional", indicó Netblocks, grupo especializado en la vigilancia de la red, que alertó que el hecho "puede limitar severamente la cobertura de las manifestaciones antigubernamentales que se intensifican".

AFP reveló que, a través de sus corresponsales, comprobó que la conexión de internet era irregular y que aplicaciones como Telegram, Signal y WhatsApp no funcionaban.

Con información de Télam