El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokayev, propuso hoy adelantar a este otoño (boreal) las elecciones presidenciales que estaban previstas para 2024 y reducir el mandato del jefe de Estado a un septenio no renovable, además de anunciar su intención de postularse para volver a encabezar la jefatura del Estado centroasiático.
Tokayev, de 69 años y en el poder desde 2019 tras la dimisión de su entonces todopoderoso predecesor, Nursultán Nazarbayev, de 82 años, propuso asimismo organizar elecciones legislativas anticipadas en el primer semestre de 2023.
"Propongo la celebración de elecciones presidenciales anticipadas en el otoño de 2022", declaró Tokayev dirigiéndose al Parlamento kazajo, al tiempo que afirmó que estas medidas son necesarias para "reforzar la estructura del Estado" y "el curso de las reformas", informó la agencia de noticias AFP.
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"Tras una larga reflexión, he llegado a la conclusión de que es necesario revisar el número y la duración de los mandatos del presidente", añadió.
En la actualidad, el mandato es de cinco años y no puede renovarse más de dos veces consecutivas. La propuesta del mandatario es extenderlo a un septenio no renovable.
En enero pasado, Kazajistán, una exrepública soviética rica en minerales e hidrocarburos, fue sacudido por manifestaciones pacíficas contra el aumento de los precios del combustible, seguidas de disturbios en los que murieron más de 230 personas.
Rusia envió entonces un contingente militar para intervenir y restablecer el orden, en el marco de la alianza militar que une a los dos países.
Se trató de la crisis política más grave en el país asiático desde su independencia en 1991.
En junio, los kazajos aprobaron con más de 77% un referendo de reforma constitucional que enterró la "era Nazarbayev", en el poder durante tres décadas.
Entre los anuncios de hoy, Tokayev incluyó una amnistía única para participantes de los disturbios.
"Tomé la decisión de decretar una amnistía única para los participantes en los acontecimientos de enero", dijo durante la reunión conjunta de las cámaras en el parlamento, en la que precisó que la medida no alcanzará a los "actores principales, implicados en organizar los disturbios, ni tampoco a los acusados de traicionar al Estado o intentar cambiar el poder de forma violenta".
Según los observadores, una lucha de poder entre Tokayev y el clan de Nursultán Nazarbayev estaba en el centro de esas violencias, pero las causas exactas de los disturbios aún no fueron determinadas.
Con información de Télam
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