(Por Hernán Reyes Alcaide) El papa Francisco viajará este martes a Kazajistán para realizar una visita de tres días que estará marcada por sus pedidos por el diálogo fraterno entre religiones y la paz durante su participación en una conferencia internacional junto a líderes de otros credos, mientras "como marco están la guerra en Ucrania y otras partes del mundo", describió el Vaticano.
Con el lema "Mensajeros de paz y unidad", el pontífice partirá desde Roma a las 7.15 del martes (2.15 de la Argentina) para cubrir en seis horas y media los 5.262 kilómetros que separan a la capital italiana de Nur-Sultán, la única ciudad que visitará en suelo kazajo.
Al llegar a Kazajistán, el pontífice mantendrá un encuentro con el presidente Kasim-Yomart Tokaev y luego dará el primero de sus cinco discursos en el país frente a miembros de la sociedad civil y autoridades, en una visita en la que entre otros medios estará acompañado por un enviado de Télam a bordo del avión papal. La primera intervención de Francisco en el país oriental está prevista para el 13 a las 19.30 locales (10.30 de Argentina).
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Kazajistán es tradicionalmente un punto de encuentro y de cercanía entre diversas etnias", planteó el vocero papal Matteo Bruni al dar detalles del viaje a la prensa y adelantar que "el tema del diálogo interreligioso" será uno de los ejes, "con un mundo en crisis como marco, por la guerra en Ucrania y en otras partes".
El viaje a la antigua república soviética de Asia Central y rica en minerales e hidrocarburos se centrará en la participación de Francisco, el miércoles 14 y el jueves 15, de la apertura y del cierre del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales en el Palacio de la Reconciliación.
El 14, de hecho, la agenda tentativa del viaje prevé un momento de "encuentros privados con algunos líderes religiosos" con algunos de los participantes de la conferencia, aunque aún sin especificar.
Kazajistán, un país marcado por la diversidad religiosa, tiene una gran mayoría musulmana, cercana al 70% de su población, con apenas un cuarto de cristianos, en su mayoría ortodoxos que se referencian en el Patriarcado de Moscú que dirige Kiril, un aliado del presidente ruso Vladimir Putin.
Kiril, de hecho, recién confirmó a fines de septiembre que no participará del Congreso, donde se esperaba su presencia para una reunión bilateral con el Papa que el propio Francisco había adelantado.
Confirmada la ausencia de Kiril, que será reemplazado por su canciller, el metropolita Antonio, en las últimas horas se empezó sin embargo a especular en ambientes diplomáticos con la posible coincidencia entre Bergoglio y el presidente chino Xi Jinping en la capital kazaja.
En 2015, Francisco y Xi ya coincidieron en Estados Unidos, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. La versión de una visita del mandatario chino, planteada por la agencia Interfax a la espera de confirmación, se daría a menos de un mes de la supuesta renovación del acuerdo que Roma y Beijing firmaron en 2018 para la designación conjunta de obispos.
El acuerdo, renovado en 2020 por dos años y que este año también se encamina a ser ratificado, tiene el aval explícito del Papa en medio de las presiones de países como Estados Unidos que rechazan el acercamiento de Roma a Beijing.
Francisco, de 85 años, realizará su tercer viaje del año, tras las visitas que hizo a Malta en abril y a Canadá en julio, y luego de haber tenido que suspender un viaje a Congo y Sudán del Sur por los dolores en su rodilla derecha, por los que usa silla de ruedas para desplazamientos largos.
La visita del pontífice, en su viaje número 38 como Papa, se dará además casi 21 años de un recordado viaje de Juan Pablo II en septiembre de 2001, apenas días después del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, en el que el pontífice polaco pidió "que las controversias se resuelvan con tratativas y diálogo y no con armas".
Según fuentes vaticanas, se esperan definiciones similares de parte de Francisco sobre la necesidad de promover vías de negociación para terminar la guerra en curso en Ucrania.
La llegada de Francisco a Kazajistán se dará luego de que en junio el país aprobara con más de 77% un referéndum de reforma constitucional que entierra la era del antiguo presidente Nursultán Nazarbayev, en el poder durante tres décadas, tras una serie de disturbios a inicios de año que dejaron más de 230 muertos.
Bruni planteó que, en ese sentido, la visita del Papa se da mientras la sociedad local se encuentra "en búsqueda de nueva estabilidad, y podrán haber referencias en este sentido" en los discursos del pontífice, "así como a la prohibición de la pena de muerte puesta en la Constitución este año".
El jueves 15, tras pronunciar el discurso de cierre del encuentro de líderes religiosos, el Papa emprenderá su regreso a Roma para aterrizar a las 20.30 (15.30 de la Argentina) en el aeropuerto Fiumicino.
Con información de Télam