La Asamblea Nacional de Francia inició hoy el debate sobre la impopular reforma de las jubilaciones del presidente Emmanuel Macron en un ambiente tenso, entre quejas de la oposición de izquierda que forzaron la suspensión temporal de la sesión, y preparativos de los sindicatos para más protestas en las calles a partir de mañana.
El Gobierno de Macron dice que elevar la edad de jubilación de 52 a 64 años es vital para mantener una caja de pensiones equilibrada en un país donde ha crecido la expectativa de vida en las últimas décadas, pero el proyecto es resistido por los gremios, muchos partidos y la opinión pública en general.
"Ya estamos aquí, ya estamos aquí..." decía en la tribuna el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, cuando la presidenta de la Asamblea, la centrista Yael Braun-Pivet, se vio obligada a suspender la sesión durante unos minutos ante las protestas de la oposición de izquierda por cuestiones de procedimiento, informó la agencia de noticias AFP.
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Tras una breve pausa, la sesión pudo retomarse en un ambiente tenso, y el ministro de Trabajo pudo iniciar la defensa de la reforma.
Según las encuestas, dos de cada tres franceses se opone al retraso de la edad de jubilación propuesto por el liberal Macron, quien, al carecer de mayoría absoluta, necesita el apoyo de Los Republicanos, la oposición de derecha en el Parlamento.
El inicio del debate parlamentario en la Cámara Baja del Parlamento es el primer episodio de una semana clave para la reforma, a la que seguirá una tercera jornada de paros y protestas mañana y una nueva manifestación el sábado, que se anuncia masiva.
Más de un millón de personas protestaron el martes pasado en una jornada de lucha en la que los sindicatos unieron sus voces contra las medidas que cristalizan el descontento: el retraso de la edad de retiro a 64 años de aquí a 2030 y el adelanto a 2027 de la exigencia de aportar 43 años -y no 42 como ahora- para cobrar una pensión completa.
El gobierno, decidido a sacarla adelante pese al rechazo popular, usó un procedimiento parlamentario que limita el tiempo de debate en la Asamblea y en el Senado.
Después que la pandemia obligara a retirar un primer intento, el Gobierno escogió una maniobra que le permite aplicar el actual plan si las dos Cámaras del Parlamento no se pronuncian para finales de marzo.
Si para el 26 de marzo, las dos Cámaras del Parlamento no lograron pronunciarse, el gobierno de Macron podrá aplicar su reforma por ordenanza.
Desde su llegada al poder en 2017, Macron defendió su voluntad de "sacudir" el sistema con sus reformas de corte liberal, que en ocasiones le valieron una imagen de "presidente de los ricos", como durante la protesta social de los chalecos amarillos, el movimiento social que sacudió a Francia y países vecinos en 2018 en reclamo de mejores salarios.
La edad de jubilación en Francia es una de las más bajas de Europa, y acercarla a la de sus vecinos busca garantizar el equilibrio futuro en la caja de las pensiones, según el oficialismo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó la semana pasada su apoyo a la reforma, que junto a la aprobada sobre el seguro por desempleo, permitiría que Francia reduzca su deuda pública, situada por encima del 110% del PBI.
Con información de Télam