(Actualiza con declaraciones de Guterres y respaldo de la UE al informe ONU)
China denunció hoy que el reciente informe de la ONU que alude a supuestas violaciones a los derechos humanos en la región de Xinjiang es una "herramienta política" contra su Gobierno, a la que calificó de "ilegal" e "inválida", mientras que el secretario general del organismo internacional, Antonio Guterres, instó a Beijing a seguir las recomendaciones que se le hicieron.
La ONU publicó ayer un esperado informe sobre abusos de derechos humanos en la región china de Xinjiang en el que advirtió de posibles "crímenes contra la humanidad" hacia la minoría musulmana uigur que incluían sospechas "creíbles" de torturas.
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"El supuesto informe crítico que usted mencionó está planeado y fabricado de primera mano por Estados Unidos y algunas fuerzas occidentales, es totalmente ilegal e inválido", dijo hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, durante una rueda de prensa habitual.
El informe es "una mezcla de desinformación" y "una herramienta política de la estrategia de Occidente de utilizar Xinjiang para controlar a China", añadió el vocero, citado por la agencia de noticias AFP.
Wang también afirmó que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Acnudh, conducida hasta ayer por la chilena Michelle Bachelet) se había convertido en "esbirro y cómplice" de Estados Unidos y Occidente "contra la gran mayoría de los países en desarrollo".
"La Acnudh creó el informe de la nada, basándose en la conspiración política de algunas fuerzas antichinas en el extranjero", insistió.
China ha sido acusada por años de detener a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas en la remota región occidental de Xinjiang.
Beijing ha refutado con vehemencia estas acusaciones e insiste en que se trata de centros de entrenamiento vocacional destinados a contrarrestar el extremismo.
Bachelet difundió ayer en su último día como alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos el esperado informe, una semana después de que reconociera presiones de Beijing para evitar la publicación de dicho documento.
En sus 48 páginas, el informe elaborado durante tres años- subraya las "creíbles" pruebas de violaciones de DDHH que China habría llevado a cabo en la región del noroeste del país contra la minoría de confesión musulmana.
"El alcance de la detención arbitraria y discriminatoria de uigures y miembros de otros grupos mayoritariamente musulmanes puede ser constitutivo de crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad", afirma el informe en sus conclusiones.
El documento agregó que se habrían cometido "graves violaciones de los derechos humanos" en el contexto de la aplicación de estrategias antiterroristas y contra el "extremismo" aprobadas por el gobierno chino en 2014.
"La aplicación de estas estrategias y de las políticas asociadas en la región administrativa especial de Xinjiang ha dado lugar a restricciones severas e indebidas a una amplia gama de derechos humanos", sostuvo el documento compartido por la expresidenta chilena, según la agencia Europa Press.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó el jueves a China a "seguir las recomendaciones" de ese informe, señaló a través de su vocero, Stéphane Dujarric.
Ese informe de Bachelet "confirma lo que el secretario general ha estado diciendo sobre Xinjiang durante bastante tiempo, que los derechos humanos deben ser respetados y que la comunidad uigur debe ser respetada", agregó el vocero, durante una rueda de prensa.
Dujarric agregó que Guterres estaba "preocupado" por lo que había leído en el informe, que citaba posibles crímenes de lesa humanidad.
"El secretario general tiene muchas esperanzas de que el gobierno de China siga las recomendaciones presentadas en la evaluación de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos", agregó Dujarric.
El tan esperado informe recomienda que Beijing "tome medidas inmediatas para liberar a todas las personas privadas arbitrariamente de su libertad" en la región.
También recomienda que el gobierno chino "revoque urgentemente todas las leyes, políticas y prácticas discriminatorias" que discriminan a los uigures.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), el español Josep Borrell, celebró hoy la publicación de un severo informe de Naciones Unidas sobre la represión a la minoría uigur y otras minorías étnicas musulmanas en China.
En un comunicado, Borrell destacó que este informe expone "las graves violaciones de derechos humanos" que ocurren en la región autónoma de Xinjiang y subraya que, según el documento, pueden constituir "crímenes de lesa humanidad".
"La situación de los derechos humanos en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang requiere la atención urgente del Gobierno chino, la ONU, en particular sus órganos de derechos humanos, así como de la comunidad internacional en general", agregó.
Las instituciones europeas criticaron agriamente las acciones del Gobierno chino en Xinjiang en el pasado, sin embargo Borrell no aprovechó la difusión del reporte de la ONU para adoptar una línea más dura.
De hecho, el comunicado de hoy fue emitido en su propio nombre y no como una respuesta conjunta de los estados miembros de la UE.
No obstante, en el mismo subrayó que "la UE se une al llamado de los expertos de la ONU que informan al Consejo de Derechos Humanos para monitorear, informar y evaluar de cerca la situación de los derechos humanos en China".
Con información de Télam