La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, que llegó hoy a Corea del Sur en un viaje que busca estrechar la alianza de seguridad entre Washington y Seúl, y visitó la zona desmilitarizada en la frontera que divide a ambas Coreas, en medio de tensiones tras pruebas misilísticas efectuadas por Corea del Norte esta semana.
Harris se reunió en Seúl con el presidente de Corea del Sur tras arribar al país procedente de Japón, donde participó en el funeral de estado del asesinado ex primer ministro japonés Shinzo Abe en Tokio.
En los días previos a la visita a este importante aliado de Asia Oriental, la vecina Corea del Norte realizó dos pruebas de misiles, una de ellas ayer, que se suman a la serie récord de ensayos armamentísticos de este año.
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En la Zona Desmilitarizada (DMZ), desde un puesto de observación en lo alto de una colina, Harris miró con binoculares el terreno fronterizo norcoreano mientras soldados surcoreanos y estadounidenses le mostraban las características de la zona, incluidas las defensas.
Harris acusó al Norte de amenazar la estabilidad regional con sus ensayos de misiles, y denunció su "programa ilícito de armas".
Corea del Norte y Corea del Sur siguen técnicamente en guerra desde que la Guerra de Corea (1950-1953) terminó en un armisticio y no con un tratado de paz, y ha habido numerosos enfrentamientos armados aislados a lo largo de su militarizada frontera.
Estados Unidos tiene unos 28.000 soldados en Corea del Sur para protegerla del Norte desde el fin del conflicto.
El régimen comunista de Corea del Norte ha desarrollado y probado armas nucleares, lo cual es ilegal, alegando que necesita disuadir un posible ataque de Estados Unidos, lo que ha suscitado grandes tensiones mundiales en los últimos años.
Autoridades surcoreanas y estadounidenses advirtieron que el líder norcoreano, Kim Jong-un, prepara una nueva prueba nuclear, posiblemente en noviembre.
La número dos de la administración del presidente Joe Biden también visitó Panmunjom, la localidad fronteriza donde se firmó el armisticio de 1953.
En esa localidad se reunieron en 2019 el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, con Kim.
En Panmunjom, Harris habló con los soldados estadounidenses apostados en el Área de Seguridad Conjunta cerca de la frontera, informó la agencia de noticias AFP.
En el lado septentrional de la frontera se podían ver a guardias con trajes de protección.
Harris dijo asimismo que los soldados estadounidenses y surcoreanos "sirven codo a codo (...) para mantener la seguridad y la estabilidad de esta región" y aseguró que el compromiso de Washington en la defensa de Corea del Sur era "invulnerable".
Ambos aliados estaban "alineados" en su respuesta a la creciente amenaza de los programas armamentísticos del Norte, subrayó.
Los dos socios quieren "la completa desnuclearización de la península de Corea" pero mientras tanto están "preparados para enfrentar cualquier contingencia", añadió.
Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron esta semana ejercicios navales conjuntos en el este de la península coreana, parte de maniobras periódicas que Corea del Norte ha descrito varas veces como un ensayo de invasión de su territorio.
Se espera que la visita de Harris a la zona desmilitarizada enfurezca a Pyongyang, que denunció a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, como el "peor destructor de la paz internacional" cuando visitó el lugar el mes pasado.
Al llegar a Seúl se reunió con el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, con quien abordó asuntos de seguridad, pero también una nueva ley firmada por Biden que retira los subsidios a vehículos eléctricos construidos en el extranjero y que afecta a marcas surcoreanas como Hyundai y Kia.
Ayer, la agencia de espionaje surcoreana señaló que Corea del Norte prepara un nuevo ensayo nuclear del que vienen largo tiempo advirtiendo Washington y Seúl.
El aislado régimen comunista ha realizado seis pruebas de armas nucleares desde 2006, la última de ellas en 2017. A principios de mes modificó su doctrina para declarar "irreversible" su condición de potencia nuclear.
Desde la llegada al poder del presidente Yoon en mayo, ambos países han impulsado sus maniobras militares conjuntas, que, aseguran, son meramente defensivas, al contrario de lo que afirma Corea del Norte.
Durante su viaje, Harris también planteó la cuestión de que Corea del Sur y Japón trabajen de forma más estrecha en cuestiones de seguridad, a pesar de la conflictiva historia pasada entre estos dos aliados claves de Washington en Asia.
Con información de Télam