La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, volverá a trabajar "en persona" mañana, casi una semana después ser diagnosticada con coronavirus, informó hoy su portavoz.
La secretaria de prensa de Harris, Kirsten Allen, dijo que la vicepresidenta, que desde que se contagió siguió trabajando en su residencia de Washington, dio hoy negativo al virus en una prueba de antígenos, pero que aún usará tapabocas en público durante varios días.
Harris, de 57 años, entró en cuarentena el 26 de abril, la última de una serie de infectados entre la élite política de Washington.
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La Casa Blanca aclaró que era asintomática y que el presidente Joe Biden, de 79 años, no era considerado un contacto cercano por no haberse encontrado esos días.
Varios miembros del Congreso anunciaron haber contraído la enfermedad a fines de abril, mientras que el esposo de Harris, Doug Emhoff, se contagió en marzo.
La Casa Blanca ha reconocido públicamente la posibilidad de que Biden dé positivo, al tiempo que minimiza cualquier posible consecuencia, insistiendo en que podría seguir trabajando de forma remota, reseñó la agencia de noticias AFP.
El sábado, Biden, que no llevaba barbijo, asistió a una cena organizada por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca.
En octubre de 2020, antes de que las vacunas estuvieran disponibles, el entonces mandatario Donald Trump pasó tres días en el hospital recibiendo tratamiento de emergencia por Covid-19, luego de haberles dicho a los estadounidenses que el virus no representaba ningún peligro.
Más de 900.000 personas murieron hasta ahora en Estados Unidos por coronavirus, que en su punto máximo dejaba más de 3.000 muertos por día. Actualmente, alrededor de 300 a 400 personas mueren todos los días de Covid-19 en el país más rico del mundo.
El 21 de este mes, el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDE) afirmó que la primera potencia volvió a ser el principal foco de contagio en el mundo.
La cuarta parte de su población de 331 millones de habitantes se enfermó y menos de 260 millones cuentan con al menos una dosis del inoculante, según datos actualizados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con información de Télam
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