Estados Unidos aseguró hoy que se opondrá a “la expansión” de los asentamientos de Israel en los territorios que disputa con Palestina, así como a la eventual anexión de Cisjordania, pero prometió juzgar al próximo gobierno israelí por sus acciones y no por el sesgo de extrema derecha de algunos de sus miembros.
“Calificaremos al gobierno por las políticas que lleva a cabo y no por sus miembros”, afirmó el secretario de Estado, Antony Blinken, en declaraciones al grupo progresista estadounidense proisraelí J Street.
No obstante, advirtió que el gobierno del presidente Joe Biden trabajará “sin descanso” para preservar un “horizonte de esperanza” para la creación de un Estado palestino, según la agencia de noticias AFP.
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“También seguiremos oponiéndonos de forma inequívoca a cualquier acto que socave las perspectivas de una solución de dos Estados”, previno.
Enumeró entre los hechos eventuales que no tendrán apoyo estadounidense “la expansión de los asentamientos, los movimientos hacia la anexión de Cisjordania, la alteración del statu quo histórico de los lugares sagrados, las demoliciones y los desalojos, y la incitación a la violencia”.
Blinken remarcó que la Casa Blanca insistirá en “los principios democráticos fundamentales, incluyendo el respeto a los derechos de las personas LGBTQ+ y la administración de justicia igualitaria para todos los ciudadanos de Israel”.
El ex primer ministro Benjamin Netanyahu, ganador de las elecciones del 1 de noviembre pasado, tiene tiempo hasta el domingo próximo para terminar de diseñar la coalición de su próximo gobierno.
Netanyahu aseguró hoy que no tiene “ni la más mínima intención de permitir que sufran daño” las personas LGBTQ+, después de haber recibido numerosas críticas por designar a un diputado de un partido homófobo al frente de un organismo con competencias sobre el derecho a la ciudadanía y proyectos de escolarización.
Con información de Télam
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