El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo hoy que los combates en Sudán "deben terminar" y autorizó, mediante una orden ejecutiva, sanciones contra los responsables del baño de sangre.
"La violencia en Sudán es una tragedia y una traición a la clara demanda del pueblo sudanés de un gobierno civil y una transición a la democracia", afirmó en un comunicado. Eso "debe terminar", remarcó.
Los enfrentamientos entre facciones rivales comenzaron el 15 de abril y se registraron al menos 550 muertos, la mayoría en Jartum y Darfur.
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Por el conflicto, más de 330.000 personas fueron desplazadas dentro de Sudán y más de 100.000 se refugiaron en otros países.
Biden dijo que el derramamiento de sangre, "que ya se ha cobrado la vida de cientos de civiles y comenzó durante el mes sagrado del Ramadán, es inconcebible", informó la agencia de noticias AFP.
Estados Unidos se une al "pueblo amante de la paz de Sudán y a los líderes de todo el mundo para pedir un alto el fuego duradero entre las partes beligerantes".
En su declaración, Biden dijo que quienes se exponen a sanciones son "individuos responsables de amenazar la paz, la seguridad y la estabilidad de Sudán, socavar la transición democrática de Sudán, usar la violencia contra civiles o cometer graves abusos contra los derechos humanos".
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, tuiteó: "Hoy, el presidente extendió una orden ejecutiva en respuesta a la violencia en Sudán al autorizar sanciones. Nos hemos comprometido a poner fin al conflicto, a exigir responsabilidades a quienes amenazan la seguridad y la estabilidad de Sudán y a apoyar sus aspiraciones democráticas".
Con información de Télam