Las amenazas de romper relaciones diplomáticas de Argentina con China parecen alejarse.
Luego de que en campaña el ahora presidente electo, Javier Milei, dijera que no negociaría con comunistas, Xi Jinping le envió una carta en la que se mostró favorable a trabajar con su gobierno y el futuro mandatario le agradeció sin mencionar la posibilidad de terminar las relaciones bilaterales. Uno de los interrogantes que se abren es si estos gestos significan que quedó atrás la idea de no negociar más con nuestro segundo socio comercial o incluso no ingresar a los BRICS, o si simplemente fueron un slogan de campaña.
“Estoy dispuesto a trabajar junto con usted para continuar la amistad entre ambos países, promover el desarrollo y la revitalización de los dos países con cooperación de ganancia compartida e impulsar el estable desarrollo de las relaciones sino-argentinas en beneficio de ambos pueblos”, escribió el mandatario chino en una carta de felicitación que le envió a Milei. La misiva llegó en un contexto de incertidumbre acerca de cómo puede continuar el vínculo con el gigante asiático, tras las amenazas del entonces candidato libertario sobre el gobierno de Xi.
La respuesta del ahora presidente electo fue cordial: “Agradezco al Presidente Xi Jinping las felicitaciones y los buenos deseos que me ha hecho llegar a través de su carta. Le envío mis más sinceros deseos de bienestar para el pueblo de China”. El electo mandatario no escribió nada acerca de no considerar que no es un país libre o de volver a repetir su intención de terminar con los lazos económicos y comerciales por tener un signo político de color distinto. Incluso esta semana la posible futura canciller, Diana Mondino, se reunió con el Embajador chino en el país, Wang Wei, y le hizo extensiva la invitación al presidente chino para que asista a la asunción presidencial el próximo 10 de diciembre.
¿Romper todo?
Ni siquiera en los momentos más álgidos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos dejaron de comerciar. Ambos países saben que se necesitan en un mundo interrelacionado y que sería una catástrofe cortar con el vínculo comercial. Por eso, siempre fue por un carril la geopolítica, e incluso las acusaciones y denuncias desde espionaje a interferencia nacional, y por otro lo económico. En ese contexto, fue complejo entender e incluso generó algunas burlas cuando el entonces candidato libertario planteó que no negociaría con comunistas y allí podría incluirse no solo China sino también Rusia y nuestro primer socio comercial que es Brasil. Los tres países además son miembros del bloque de los BRICS.
"No solo no voy a hacer negocios con China, no voy a hacer negocios con ningún comunista. Soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los comunistas no entran ahí. Los chinos no entran ahí”, había pronunciado Milei en campaña, lo que llevó a su momento más álgido cuando desde el gobierno chino lo invitaron a visitar el país para conocer de primera mano lo que pasa en el Estado asiático. De todas formas, esa situación fue en modo electoral, ahora es el momento en el que se conocerá qué hará el nuevo jefe del Ejecutivo con el país que es el principal comprador en materia agrícola, que ha establecido el swap para realizar compras en yuanes ante la falta de dólares y que ha sido clave para la designación de Argentina como miembro de los BRICS, ingreso que ahora se pone en duda.
Ni siquiera Israel que es el otro país junto con Estados Unidos que se espera, al menos lo que ha planteado el futuro presidente, sean de los principales aliados internacionales de la Argentina ha roto relaciones con China. No solo eso sino que además incluso participa de la Ruta de la Seda, el megaproyecto chino de infraestructura, y pese a que es el gran aliado estadounidense en Medio Oriente, no amenaza con cortar los vínculos con el país. Algo que ya empieza a parecer más lejos y se lee un discurso más pragmático del futuro presidente sobre el vínculo con la segunda potencia del mundo.
¿Argentina ingresa a los BRICS?
Hasta hace una semanas, el gobierno de Alberto Fernández festejaba que finalmente los miembros de los BRICS aceptaron el ingreso de Argentina al bloque en enero. El festejo se daba porque el actual oficialismo considera que es un espacio donde a través del Banco de Inversión del bloque puede conseguir préstamos o inversiones, en un contexto de crisis y falta de dólares. Además, es un bloque que plantea y cuestiona al manejo de los organismos internacionales y financieros, y aboga por empezar con una lenta pero progresiva desdolarización mundial. Sin embargo, desde el espacio de Milei afirmaron que no ingresarían al bloque.
Si bien parece más fácil creer que romper con las relaciones diplomáticas con China va a ser mucho más complejo, hay más dudas acerca de lo que pueda pasar con el ingreso de Argentina a los Brics. Funcionarios del gobierno de XI afirmaron a este medio, que recibieron la noticia de la elección primero con sorpresa pero también con cautela y recuerdan el caso de Mauricio Macri, quien también asumió con una narrativa más fuerte sobre China y se paralizaron al comienzo algunos acuerdos, pero que finalmente visitó el país y continuaron los lazos comerciales y económicos. Nada se rompió.
“En la cuestión de los BRICS hay una disputa geopolítica más importante en la cual Argentina es una pieza fundamental y en esa disputa geopolítica hay interés de Occidente de fragmentar o dividir o que el BRICS no crezca. El hecho de que Brasil y Argentina están juntos en esa formación política de BRICS, altera un poco la ecuación. Entonces no es un hecho casual de que se diga desde estos grupos y sobre todo Millei que no van a ingresar”, explicó a El Destape, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais, Javier Vadell, sobre la incertidumbre acerca del ingreso al bloque, que el especialista vincula directamente en el contexto de disputa entre las dos grandes potencias.
Además, como se dijo antes, no solo las amenazas de no negociar fueron para China sino que también incluyó a Brasil y Rusia, que son junto con China claves en el bloque de los BRICS. Incluso en el caso del país latinoamericano, Milei tildó de ladrón a Lula, y se cree que el mandatario brasileño no asistirá a la ceremonia de asunción. Sin embargo, horas más tardes de la votación, el mandatario de izquierda salió a bajar el tono y decir que no tiene por qué ser amigo de los presidentes de la región y que con el futuro jefe del ejecutivo argentino tienen que sentarse a la mesa a dialogar. El especialista Vadell recordó que algo similar pasó con la asunción de Jair Bolsonaro al comienzo, pero que después se bajó el tono.
Con respecto a si finalmente Argentina va a ingresar o por qué debería hacerlo, Vadell concluyó: “Lo inteligente sería permanecer. Saber que hay posibilidad de no solamente atraer inversiones como financiamiento y los mercados más importantes porque Occidente no ofrece eso, ¿no? Occidente ofrece un préstamo del Fondo a tasas altas para dejarte como rehén por años política de ajuste”.
Incertidumbre y cautela quizás son dos de las palabras que pueden describir cómo miran desde China al futuro gobierno de Milei. Por lo pronto, con los hechos de esta semana las tensiones que se generaron en campaña empiezan a aliviarse y con eso la idea de romper con un país clave en materia económica para la Argentina y la región. Más dudosa es la entrada al bloque que había generado alguna expectativa de ingresos financieros, pero para eso todavía habrá que esperar unas semanas y ver si el nuevo mandatario avanza en sus promesas de campaña o analiza de otra forma las acciones una vez que esté finalmente sentado en el sillón presidencial.