El Parlamento italiano retomó hoy las votaciones para elegir al sucesor de Sergio Mattarella en la Presidencia del país, luego de tres días con mayoría de votos en blanco y sin candidatos firmes para el cargo, mientras se intensifican las negociaciones para buscar un nombre de consenso con perfil político o institucional que pueda reunir la mayoría simple de los 1.009 grandes electores que participan de la elección.
Luego de tres días consecutivos en los que ninguna fuerza pudo proponer un candidato que alcanzara los dos tercios de los votos previstos por Constitución para las primeras votaciones, los dos grandes bloques de centroizquierda y centroderecha buscarán hoy llegar a un nombre compartido tras una serie de vetos cruzados durante toda la semana.
Desde la centroderecha, en las últimas horas se aceleraban las negociaciones para que las seis fuerzas del sector promovieran a la diplomática y actual responsable de los servicios secretos Elisabetta Belloni, mientras que la centroizquierda buscaba consolidar los consensos en torno al expresidente de Diputados Pierferdinando Casini.
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En el medio de esos dos nombres de perfil político, los dos bloques mayoritarios discutirán una larga lista de magistrados con perfil institucional, como el jurista Giuliano Amato o el exjuez de la Corte Constitucional Sabino Cassese para poder llegar a un acuerdo en la votación de hoy o en la del viernes.
"La centroderecha ha decidido proponer la voluntad de votar por un nombre de alto valor institucional", planteó minutos antes de la votación de hoy un comunicado del sector.
En ese marco, la centroderecha anunció que este jueves se abstendrá para continuar con las negociaciones y así "permitir que grandes votantes de todos los grupos superen vetos y conflictos, y converjan para dar a Italia un nuevo Presidente de la República".
Desde la centroizquierda, fuentes del sector adelantaron a Télam que la idea es votar en blanco este jueves como señal de que las negociaciones siguen abiertas y apuntar a un acuerdo para el viernes.
La sesión conjunta que reúne a 6 senadores vitalicios de designación presidencial, 321 senadores y 630 diputados elegidos en las elecciones de 2018 y 58 delegados enviados por las 20 regiones del país retomó hoy desde las 11 locales (7 de Argentina) la votación que busca darle a Italia un nuevo jefe de Estado para los próximos siete años, con la posibilidad de que una mujer llegue por primera vez al cargo.
A lo largo de la historia, cuatro de los doce presidentes del país fueron elegidos en la cuarta votación, incluidos Mattarella y su antecesor Giorgio Napolitano.
Mattarella, en ese marco, fue el candidato más votado en la elección del miércoles, con 125 votos, más allá de su intención explícita de no buscar un nuevo mandato luego del actual que vence el 3 de febrero.
El actual premier Mario Draghi, impulsado por sectores del centroizquierdista Partido Democrático y que aparecía como un candidato firme al inicio de las votaciones, perdió puestos en la carrera a la Presidencia luego de los vetos explícitos que recibió de las dos fuerzas con mayor cantidad de electores, el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga.
Con dos grandes bloques de centroizquierda y centroderecha virtualmente empatados en torno a los 450 grandes electores cada uno, la clave pasará por ver cómo las distintas fuerzas logran convencer a los cerca de 140 votantes de centro y de partidos pequeños que permanecen fuera del sistema de vetos cruzados de los partidos mayoritarios.
Las votaciones, coordinadas por el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, se harán una por día y se llama a los grandes electores en grupos de a 50 para evitar aglomeraciones. La votación de este lunes, en línea con las previsiones, tomó cinco horas y una hora extra para contar los votos.
Este jueves, la centroderecha propuso que mañana se hagan dos votaciones para poder alcanzar el acuerdo antes del fin de semana.
Además del nombre que ocupará la Presidencia durante los próximos siete años, la elección del sucesor de Mattarella puede tener consecuencias sobre el Gobierno de Draghi, en su cargo desde febrero de 2021 en base a una designación del actual mandatario.
Con casi todos los partidos con representación parlamentaria dentro de la coalición de Gobierno, Draghi planteó a fin del año pasado que la intención es que las fuerzas que lo sostienen puedan también converger en un candidato común para la Presidencia y evitar así una crisis política.
Con información de Télam