El Parlamento italiano retomó hoy las votaciones para elegir al sucesor de Sergio Mattarella en la presidencia del país, tras no haber alcanzado un acuerdo en la votación del lunes y en medio de negociaciones entre las distintas fuerzas políticas para llegar a un nombre compartido para la Jefatura del Estado, entre los que aparece, entre otros, el actual premier Mario Draghi.
Los 1.009 "grandes electores" llamados a definir al decimotercer presidente de la historia italiana, entre diputados, senadores y delegados regionales, retomaron hoy apenas pasadas las 15 de Roma (11 de Argentina) las votaciones en el Palacio Montecitorio, sede de la Cámara Baja, luego de que en el primer día de la elección se llegara a 672 sufragios en blanco sobre 976 votantes efectivos.
Según la Constitución italiana, las primeras tres votaciones requieren un piso de dos tercios (673 votos) para definir al futuro presidente, mientras que a partir de la cuarta (de ser necesaria programada pare el jueves), el piso desciende a 505 apoyos, la mayoría simple.
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Con dos grandes bloques de centroizquierda y centroderecha virtualmente empatados en torno a los 450 "grandes electores" cada uno, la clave pasará por ver cómo las distintas fuerzas logran convencer a los cerca de 140 votantes de centro y de partidos pequeños que permanecen fuera del sistema de vetos cruzados de los partidos mayoritarios.
En la votación del lunes, de manera inesperada y cuando aún no hay candidatos formales, el más votado fue el exjuez constitucional Paolo Maddalena con 36 votos, todos del Grupo MIxto, una de las fuerzas que será clave a partir de la cuarta votación.
Así, luego de que la centroizquierda haya insistido con éxito para que el expremier Silvio Berlusconi retirara su candidatura, desde la centroderecha la Liga mantiene su fuerte veto a la posibilidad de que Draghi sea el reemplazante de Mattarella, según reconoció esta mañana en declaraciones a la prensa la diputada Debora Serracchiani del Partido Democrático.
Draghi, uno de los principales candidatos a llegar al Palacio del Quirinale para los próximos siete años, mantuvo ayer durante todo el día conversaciones con los referentes de las principales fuerzas políticas, como Enrico Letta del centroizquierdista Partido Democrático, Giuseppe Conte del Movimiento Cinco Estrellas y Matteo Salvini de la Liga, de la centroderecha.
La estrategia del premier es tratar de mostrar un "perfil político", luego de años de ser considerado un técnico, como reclaman muchas de las fuerzas de centro y centroderecha.
Al mismo tiempo, la llegada de Draghi a la Presidencia está atada a la negociación por su eventual reemplazante al frente del Ejecutivo, tras una gestión reconocida de forma positiva por la mayoría de las fuerzas pero a la que no se vislumbra un eventual reemplazante que reúna igual cantidad de consensos.
El exjuez antimafia y antibrigadas Rojas Carlo Nordio es otro de los nombres que han sido apoyados en público por líderes de la centroderecha, al igual que el referente de centroizquierda Pierferdinando Casini, quien esta mañana también tomó nota del pedido de "perfil político" y dedicó un posteo en Instagram a recordar su larga militancia en varias fuerzas del país.
Para este martes, se espera que la centroderecha haga una terna pública de preferencias, al tiempo que se anunció habrá también una contrapropuesta de centroizquierda.
Las votaciones, coordinadas por el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, se harán una por día y se llama a los "grandes electores" en grupos de a 50 para evitar aglomeraciones por el coronavirus. La votación de este lunes, en línea con las previsiones, tomó cinco horas y una hora extra para contar los votos.
Mattarella, de 80 años y en su cargo desde el 3 de febrero de 2015, anunció que no buscará un nuevo mandato pese a que la Constitución lo habilita a buscar la reelección y más allá del pedido de un grupo de legisladores oficialistas para que haga un "sacrificio" y permanezca en el cargo hasta la celebración de las elecciones que en marzo de 2023 renovarán el Parlamento.
Ayer, en la primera votación, recibió 16 votos para continuar en el cargo pese a su, por el momento, resistencia.
En Italia, de todos modos, el jefe del Estado tiene roles más protocolares durante el mandato de siete años y la gestión diaria recae en el Primer Ministro.
Otras fuerzas de centroizquierda como el Partido Democrático han instalado al fundador de la comunidad católica de San Egidio, Andrea Riccardi, como "el perfil del presidente ideal", aunque fuentes consultadas por Télam plantean que podría tratarse de un "candidato de bandera", como se denomina a los nombres que se ponen en la mesa al inicio de las votaciones a modo de ejemplo pero con pocas posibilidades concretas.
Por otro lado, en los últimos días se abrió el camino para que, por primera vez en la historia, una mujer pueda llegar al Palacio del Quirinale, con tres nombres que circulan como posibles presidentas.
Así, la titular del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati; la ministra de Justicia, Marta Cartabia, y la exalcaldesa de Milán Letizia Moratti aparecen con chances según las primeras conversaciones entre las fuerzas.
Con información de Télam