El Banco Central italiano pidió hoy al Gobierno que revea las modificaciones anunciadas al salario básico universal conocido como "ingreso de ciudadanía", que podría desaparecer en 2024, y al techo al uso del efectivo que el Ejecutivo de la primera ministra Giorgia Meloni llevará de 2.000 a 5.000 euros a partir del 1 de enero.
"En ausencia del ingreso de ciudadanía habría un millón más de pobres. Cuidado con las modificaciones", advirtió el economista jefe del Banco Central italiano, Fabrizio Balassone, citado por los diarios Repubblica y La Stampa.
La advertencia de Balassone se da luego de que Meloni anunciara a fines de octubre que su Gobierno reducirá gradualmente la política que otorga hasta 780 euros por mes a personas con dificultades de empleo y que a partir de 2024 solo alcanzará a quienes no puedan trabajar y exceptuará a desocupados y subocupados.
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"La introducción del ingreso de ciudadanía representó un paso significativo en la modernización del bienestar de nuestro país y, según el INPS, sin ingresos en 2020 habría un millón más de pobres", agregó Balassone, en referencia a las estimaciones del instituto previsional del país.
Meloni planteó el mes pasado que quiere ir hacia una transformación del ingreso en puestos de trabajo y prometió que 2023 será un año de transición entre el sistema actual que alcanza a toda persona por debajo de la línea de pobreza y un nuevo esquema que comprenderá solo a quienes estén incapacitados de trabajar.
Además del pedido para mantener la herramienta económica, Balassone también planteó los reparos de la entidad monetaria respecto de que el Gobierno lleve el techo del uso del efectivo desde los 2.000 euros actuales a 5.000.
La medida, cuestionada por la oposición porque favorecería la evasión, quintuplicará en realidad el límite que, por una ley anterior, debería incluso bajar a 1.000 euros a partir del año próximo.
"Los límites al uso del dinero en efectivo, si bien no representan un impedimento absoluto para la perpetración de conductas ilícitas, representan un obstáculo para diversas formas de delincuencia y evasión fiscal", afirmó Balassone.
Para el experto, "hay evidencia de que el uso de pagos electrónicos, gracias a su seguimiento, reduce la evasión fiscal".
Con información de Télam