El alcalde de la sureña isla italiana de Lampedusa denunció hoy la "indiferencia" de la Unión Europea (UE) ante la llegada de inmigrantes a través del mar Mediterráneo, en medio de reclamos de Italia para que los países del continente se hagan cargo de una cuota de las personas que desembarquen en sus puertos.
"Me parece que asisto a un boletín de guerra y lo que me preocupa es que se está convirtiendo en un hecho cotidiano con la indiferencia de Europa", planteó el alcalde Filippo Mannino en una carta enviada a la premier italiana, Giorgia Meloni, y al ministro del Interior, Matteo Piantedossi.
Lampedusa, al sur del país y cercana a las costas africanas, es un símbolo de la inmigración irregular por vía marítima desde que se convirtió, en 2013, en el destino del primera viaje fuera del Vaticano del entonces flamante papa Francisco, en un intento por visibilizar la situación de los migrantes que mueren en naufragios en el Mediterráneo.
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La denuncia de Mannino, en línea con los reclamos de Meloni y del pontífice para una acción común europea frente a la emergencia migratoria, llegó tras la muerte por hipotermia en las últimas horas de una chica de 20 años y de un recién nacido, que se encontraban en las embarcaciones que esperan permiso para desembarcar en los puertos italianos.
La emergencia migratoria aumentó en los últimos días con la presencia de varios barcos frente a las costas italianas con personas rescatadas a bordo "que sufren naufragios en alta mar y deben ser rescatadas por naves de ONG's, porque los gobiernos europeos no responden a los llamados se ayuda", como denunció la organización Médicos Sin Fronteras.
En ese marco, el Gobierno italiano advirtió que solo permitirá el desembarco de personas frágiles, mujeres y niños, en línea con la estrategia de Meloni de buscar forzar al resto de los países de la UE a que se hagan cargo de una cuota de los inmigrantes.
Ayer, con nueve desembarcos en total, 522 llegaron a puertos italianos de las distintas embarcaciones de las ONG, informó hoy el diario Repubblica.
Luego de que el Papa reclamara el fin de semana que Europa "no deje solos" a Italia, España, Grecia y Chipre en la acogida de personas, Francia se había abierto a recibir, por primera vez en la historia reciente, a un barco con náufragos a bordo, el Ocean Viking, pero el ala dura del Gobierno del presidente Emmanuel Macron mantiene bloqueada la llegada.
Con información de Télam
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