El Gobierno británico introducirá hoy en el Parlamento el proyecto de ley que otorga a los ministros el poder de modificar algunos elementos del Protocolo de Irlanda del Norte negociado en el marco del Brexit, en medio de la controversia sobre si la legislación infringirá el derecho internacional.
El protocolo que rige el comercio posterior al Brexit entre la Unión Europea (UE), Irlanda del Norte y Gran Bretaña podría amenazar el Acuerdo de Belfast de 1998, considerado una piedra angular de la paz en la isla.
Pero a pesar de las intensas críticas de las empresas y los parlamentarios de la oposición y la amenaza de represalias de Bruselas, el Gobierno británico quiere incorporar un nuevo sistema para que las mercancías que circulan dentro del Reino Unido pasen por un "nuevo canal verde", exento de burocracia,.
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De esta forma busca evitar el regreso de una frontera dura abolida con los acuerdos de paz entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda que pertenece al bloque europeo.
Esto podría incluir que los ministros eliminen todos los procesos aduaneros para los bienes que se mueven dentro del Reino Unido y permitir el movimiento sin fricciones de los bienes agroalimentarios que permanecen dentro del Reino Unido.
Ayer la líder del partido republicano de Irlanda del Norte Sinn Féin, Mary Lou McDonald, que el 5 de mayo llegó por primera vez a la cabeza de las elecciones locales, acusó al Gobierno británico de violar el "derecho internacional" con ese proyecto de ley.
Para McDonald, el protocolo funciona y aseguró destacó que "una importante mayoría" de representantes en la asamblea de Irlanda del Norte apoyan el acuerdo.
El Sinn Féin emergió como el partido más fuerte en las elecciones de mayo.
El Partido Unionista Democrático (DUP por sus siglas en inglés) se opone enérgicamente al tratado internacional, alegando que debilitó el lugar de la región dentro del Reino Unido.
La disputa sobre su impacto generó un bloqueo en la formación de un gobierno descentralizado en Irlanda del Norte por parte del DUP que impidió la formación de una nueva conducción política de poder compartido en Stormont (Paramento) tras la elección de la Asamblea del mes pasado.
La UE también dejó en claro que tales pasos representarían una violación del derecho internacional y podrían provocar una acción de represalia por parte del bloque.
Mientras que el ministro de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, por su parte insistió en que el nuevo proyecto de ley es "legal" y "correcto", pero los laboristas han acusado al Gobierno de "violar la ley".
Hoy La Confederación de la Industria Británica (CBI) advirtió al Gobierno que que la amenaza de anular el protocolo de Irlanda del Norte está obligando a las empresas a pensar nuevamente en invertir en Gran Bretaña y arrastrar la economía.
El director general de CBI, Tony Danker, aseguró a los medios británicos que se necesitaban iniciar conversaciones de forma inmediata con la UE para resolver el estancamiento sobre el protocolo.
Danker dijo que llegar a un acuerdo es lo mejor para la economía británica, ya que las empresas y los ciudadanos luchan contra el aumento del costo de vida y el riesgo inminente de recesión.
Con información de Télam