El abogado de Mahsa Amini, la joven kurdo-iraní que murió bajo custodia policial, comenzó ayer a ser juzgado por "actividad propagandística" en contra de la República Islámica, informaron hoy medios locales.
La primera audiencia del juicio contra Saleh Nikbakht, quien representa a la familia de la joven, "se celebró el martes y se le notificó la acusación de actividades de propaganda contra la República Islámica por haber hablado con medios de comunicación extranjeros y locales, en particular en relación con el caso Mahsa Amini", dijo su abogado, Ali Rezai, citado por el diario Etemaad y replicado por la agencia de noticias AFP.
El juicio, que tiene lugar en la Corte Revolucionaria de Teherán, comenzó pocas semanas antes del primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini, cuyo asesinato el 16 septiembre de 2022 desencadenó un movimiento de protesta inédito en Irán.
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La joven de 22 años había sido detenida por la Policía de la Moral, que le reprochaba haber violado el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres y consideraban que ella no estaba usando de forma correcta el jihab, es decir, el velo islámico de uso obligatorio para las mujeres.
Los cargos en contra de Nikbakht se originaron por su participación en entrevistas con medios locales e internacionales, en las que criticó la forma de la gestión gubernamental de la muerte de Amini y los resultados de la autopsia forense, según informó el medio IranWire.
El Ministerio de Inteligencia, que lleva adelante la querella, alega que Nikbakht fue quien motivó a la familia Amini a perseguir justicia por la muerte de su hija.
Si es condenado, se enfrenta a una pena de prisión de tres meses a un año.
A finales de septiembre de 2022 informó que la familia Amini había presentado una denuncia contra los policías que habían detenido a la joven.
Originario de la provincia de Kurdistán, en el oeste de la República Islámica, este abogado ha representado durante su larga carrera a numerosas personalidades iraníes, como el cineasta Jafar Panahi, que fue puesto en libertad bajo fianza en febrero tras siete meses de prisión.
La joven kurda se desmayó en una oficina policial después de un intercambio con una policía, según un breve video de vigilancia difundido por las autoridades y falleció tres días más tarde en el hospital.
Más de 500 personas, entre ellas decenas de miembros de las fuerzas de seguridad, murieron durante las manifestaciones de finales de 2022.
Miles de manifestantes, entre ellos, activistas por los derechos humanos y periodistas, también fueron detenidos, acusados por las autoridades de participar en "disturbios" instigados por los países occidentales.
Tras juicios parciales, la justicia dictó duras condenas, incluida la pena de muerte, contra algunos de estos manifestantes.
Con información de Télam