El Consejo de derechos humanos de Naciones Unidas denunció hoy el número creciente de ejecuciones en Irán, incluidas de personas acusadas de participar en las protestas desatadas en ese país tras la muerte de la joven Mahsa Amini, detenida en septiembre de 2022 por llevar puesto incorrectamente el velo.
La resolución del Consejo, que destaca la "profunda preocupación por el aumento informado en el número de ejecuciones", reunió 23 votos a favor, 16 abstenciones y 8 votos negativos, entre los que se cuentan China, Cuba, Pakistán y Vietnam.
El embajador iraní Ali Bahreini tomó la palabra para señalar que el dictamen es "argumento de los derechos humanos utilizado como herramienta de política exterior".
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El texto también amplía por un año el mandato del relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en Irán, Javaid Rehman.
Teherán ejecutó a cuatro personas después de las protestas provocadas por la muerte de Amini, el 16 de septiembre pasado.
La resolución pide a Irán que tome "todas las medidas legislativas, administrativas y de otro tipo necesarias" para que nadie sea ejecutado por "supuestos delitos que no están al nivel de los crímenes más graves".
La organización Iran Human Rights (IHR), radicada en Noruega, en tanto, denunció hoy que las fuerzas de seguridad iraníes mataron al menos a 537 personas en la represión de la ola de protestas.
IHR también afirmó que cuatro personas fueron ejecutadas en este periodo por cargos relacionados con las manifestaciones y que otras 300 fueron ahorcadas por otras acusaciones, en el marco de una táctica más amplia cuyo objetivo es -según la oenegé- "intimidar" a la sociedad.
De composición heterogénea, las protestas se caracterizan por el reclamo de la abolición del estricto código de vestimenta por el que fue arrestada Amini, mientras otros quieren el fin del régimen teocrático que gobierna Irán desde1979.
Un anterior balance de IHR daba cuenta de 488 manifestantes muertos en la protestas. Según la organización, el nuevo saldo, de 537 víctimas, se debe a varios decesos verificados.
La mayor parte de las muertes se registraron a finales de septiembre (223), en octubre (100) y noviembre (173), indicó IHR en un informe divulgado por los 200 días desde la defunción de Amini.
Ciento treinta y cuatro de esos decesos fueron notificados en Sistán Baluchistán, una provincia del sureste, donde la minoría sunita baluchí se manifestó durante semanas.
En tanto, hoy se notificó otro caso de intoxicación en una escuela para niñas de Irán, el primer incidente de este tipo en tres semanas, un día después de que se reanudaran las clases tras dos semanas de vacaciones, informaron medios locales.
Veinte alumnas de un centro de la ciudad nortina de Tabriz fueron trasladadas al hospital por problemas respiratorios, indicó la agencia oficial Irna.
Desde finales de noviembre se produjeron numerosos casos de intoxicaciones por gases u otras substancias que provocaron mareos y desmayos de alumnas en numerosas escuelas, femeninas en su mayor parte.
"Más de 5.000 alumnas" se han visto afectadas por estos incidentes en más de 230 establecimientos en 25 de las 31 provincias del país, según las autoridades.
El guía supremo iraní, el ayatollah Alí Jamenei, reclamó "castigos duros" -incluyendo la pena capital- contra los responsables de esos envenenamientos, que calificó de "crímenes imperdonables".
Las intoxicaciones empezaron a los dos meses del inicio del movimiento de protesta por la muerte de Amini.
Con información de Télam
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