Un recluso murió y 17 resultaron heridos en disturbios en una prisión iraní cerca de Teherán, informó hoy un grupo de defensa de los derechos humanos.
El motín estalló cuando los prisioneros protestaban contra la puesta en aislamiento de un detenido cuya ejecución es inminente, explicó en un comunicado la ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
Sin embargo, las autoridades iraníes afirmaron que un detenido murió golpeado por una piedra tras un conflicto entre convictos, según la agencia de noticias AFP.
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El juez principal de la provincia de Alborz, donde se encuentra la prisión, aseguró que la violencia empezó en el ala de delitos de narcóticos y que los prisioneros prendieron fuego a las mantas, provocando un incendio.
Agregó que la calma había regresado a la Karaj.
El hecho ocurrido el sábado en la prisión de Karaj, a unos 30 kilómetros de la capital iraní, es el último de una serie de incidentes similares en prisiones del país, que desde hace tres meses se ve sacudido por protestas sin precedentes por la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia de la Policía de la Moral.
En octubre pasado, al menos ocho detenidos murieron en un incendio en la prisión de Evin en Teherán, que las autoridades imputaron a "malhechores", y se produjo un motín en la prisión de Racht, en el noroeste del país.
Organizaciones de derechos humanos pusieron en duda la versión oficial de lo ocurrido en Evin, conocida por los malos tratos infligidos a detenidos políticos y donde también se encuentran prisioneros extranjeros.
Según IHR, en Karaj los prisioneros gritaron eslóganes contra el régimen, bloquearon las puertas y rompieron las cámaras de videovigilancia.
La ONG afirma que el prisionero muerto, Mohsen Mansouri, murió de un disparo en la cabeza y que 17 detenidos más heridos debieron ser hospitalizados.
Según la ONU, al menos 14.000 personas fueron detenidos en la represión del movimiento, provocando, según los activistas, una terrible sobrepoblación de las prisiones.
Con información de Télam
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