Activistas iraníes llamaron a manifestarse masivamente mañana en todo el país, cuando las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini entran en su quinta semana pese a la dura represión de las fuerzas de seguridad.
La indignación provocada por la muerte el 16 de septiembre de la joven kurda de 22 años cuando se encontraba bajo custodia policial causó la mayor ola de manifestaciones y violencia en Irán desde las protestas de 2019 contra el aumento de precios de la gasolina en este país rico en petróleo.
Mahsa Amini había sido detenida tres días antes por la policía de la moral de Teherán, supuestamente por infringir el estricto código de vestimenta de las mujeres de la república islámica por tener el velo mal puesto.
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Quienes se manifiestan son sobre todo jóvenes, estudiantes y mujeres, que protestan contra el gobierno, queman sus velos y no dudan en enfrentarse a la policía.
La represión de las protestas dejó ya al menos 200 muertos, incluidos 23 niños de entre 11 y 17 años, según distintas ONG, entre ellas Amnistía Internacional (AI).
Dos miembros de las fuerzas de seguridad murieron por disparos de bala en Fars, lo que eleva a una veintena los miembros de las fuerzas del orden fallecidos desde el inicio de las manifestaciones, según medios oficiales.
Pese al bloqueo de redes sociales e Internet por parte de las autoridades, los activistas lanzaron un llamado bajo el lema "¡El principio del fin!" (del gobierno) para volver a volcarse a las calles mañana, consignó la agencia de noticias AFP.
El movimiento ha cosechado muestras de solidaridad en el extranjero, mientras que varios países occidentales anticiparon sanciones contra las autoridades y responsables de la represión.
En una carta abierta publicada ayer, el diario reformista Etemad urgió a los responsables de seguridad a terminar con las detenciones bajo "pretextos en ocasiones falaces".
En un hecho poco habitual, la policía de Teherán anunció hoy que iba a investigar las acusaciones de acoso contra un agente que fue filmado mientras aparentemente tocaba de manera inapropiada a una manifestante a la que acababa de detener.
Los enfrentamientos se han producido principalmente en Sanandaj, capital de la provincia del Kurdistán, donde había nacido Amini.
En la ciudad de Zahedán al menos 94 personas murieron, según la ONG Human Rights de Irán (IHR) con sede en Oslo, durante la violenta represión contra la supuesta violación de una joven por parte de un policía.
Ayer, Irán volvió a acusar a Estados Unidos y sus aliados de intentar desestabilizar al gobierno alentando las manifestaciones y hoy a Francia de "injerencia" en sus asuntos internos tras declaraciones de apoyo a las protestas por parte del presidente Emmanuel Macron.
Con información de Télam