Hasta 4,000 migrantes, la mayoría haitianos, están transitando el territorio panameño tras cruzar el peligroso Tapón del Darién, fronterizo con Colombia, en un intento por llegar a Estados Unidos, a pesar de las estrictas medidas fronterizas, dijeron a Reuters dos fuentes del Gobierno del istmo.
El viernes, miles de migrantes -gran parte de ellos, provenientes de Haití- fueron desalojados de un enorme campamento fronterizo entre las ciudades Del Río, en Texas, y Ciudad Acuña, en México. Algunos fueron deportados vía aérea, mientras que otros permanecen en Estados Unidos.
En su mayor apogeo, se reunieron en el improvisado campamento hasta 15,000 migrantes. Durante semanas, los haitianos han estado huyendo del caos económico, político y social en su tierra natal, con la esperanza de llegar a Estados Unidos para lograr una mejor vida.
"En este momento tenemos entre 3,500 a 4,000 migrantes de paso entre las Estaciones de Recepción Migratorias de Darién y Chiriquí", dijo una fuente del Ministerio de Seguridad, quien solicitó el anonimato por no estar autorizada a declarar. En el grupo también hay cubanos y de otras nacionalidades.
El Tapón del Darién, la región más intransitable y peligrosa de América Latina, marca el inicio de la ruta que siguen decenas de miles de migrantes procedentes de Sudamérica en su búsqueda por llegar a Estados Unidos. Una vez en Panamá, el Gobierno les proporciona paso seguro hasta Chiriquí, una región fronteriza con Costa Rica, desde donde continúan su larga travesía.
Colombia y Panamá acordaron en agosto que 500 personas podrían cruzar por día al istmo, pero funcionarios han pedido repetidamente aumentar la cuota, asegurando que es demasiado baja para seguir el ritmo de los hasta 1,500 migrantes que llegan a diario a Necoclí, en el norte de Colombia.
Actualmente, según el Defensor del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, hasta 19,000 migrantes se encuentran en la frontera colombo-panameña, con la esperanza de seguir su travesía hacia el norte, a pesar de las noticias sobre la clausura del campamento entre México y Estados Unidos.
Panamá experimenta una llegada récord de migrantes. El insólito aumento es atribuido, en parte, a la reapertura de fronteras tras la pandemia del coronavirus, lo que provocó que miles de extranjeros quedaran varados en distintos lugares cuando habían comenzado el viaje.
En lo que va del año, han ingresado a Panamá, a través de la selva del Darién, 88,514 migrantes, según cifras del Servicio Nacional de Migración. El istmo pasó de recibir un promedio mensual de 800 migrantes en enero a 30,000 en agosto.